El incremento del número de personas que, a juicio del Servei d’Atenció a Immigrants, Emigrants i Refugiats (Saier) de Barcelona, reúnen los requisitos para solicitar el asilo se debe principalmente a la incesante llegada de venezolanos, colombianos, hondureños, georgianos y salvadoreños y no a los que huyen de guerras o del hambre de países africanos, tampoco a los forzados al éxodo en Siria, que representan una minoría. De los 12.621 migrantes que el Saier ha atendido entre enero y el pasado mes julio, 4.567, un 74% más que durante el mismo periodo del 2017, “tienen el perfil de refugiado”. Otra cosa es que acaben tramitando la protección internacional.
El colectivo que ha hecho que saltaran algunas alarmas es el que entra a España por la costa andaluza y que está integrado mayoritariamente por migrantes marroquíes y subsaharianos, que han culminado largas rutas con todo tipo de penalidades y abusos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmaba el martes que en lo que llevamos de año (hasta el pasado domingo) han accedido por vía marítima a Europa 67.122 migrantes y refugiados, de los cuales 27.994 a España, el primer destino del continente este 2018. Así, España ha recibido hasta el momento el 42% de las llegadas.
El teniente de alcalde y responsable del área de Derechos de la Ciudadanía, Jaume Asens, confirmó ayer, en la presentación de los datos del Saier, que el número de migrantes atendidos en Barcelona procedentes de la costa sur desde el pasado mes de junio se eleva a 2.568. Se estima que el 60% sigue su camino hacia otros países europeos y que el resto se queda en Catalunya recurriendo al apoyo de familiares o amigos. Los más vulnerables, como las mujeres solas y las familias, quedan bajo el amparo municipal y de diferentes entidades sociales, mientras que otros no tienen otra salida que la calle.
Asens admitió que el dispositivo montado para asistir a los migrantes que desembarcan en el sur y para su distribución hacia diferentes ciudades de la geografía española ha mejorado con el establecimiento de los denominados centros intermedios, donde se hace la primera acogida, pero recordó que el Ayuntamiento ha invertido 5,5 millones de euros para atender a estas personas. El teniente de alcalde reclamó al Gobierno que concrete qué cantidad recibirá Barcelona una vez la ministra de Empleo, Seguridad Social y Migraciones, Magdalena Valerio, confirmara en julio la recuperación del Fondo para la Integración, Acogida y Refuerzo Educativo de los Inmigrantes, creado por el ejecutivo de Rodríguez Zapatero en el 2004 y suprimido por el PP a partir del 2012.
Con una dotación de alrededor de unos cinco millones, en el caso de Barcelona, mientras estuvo vigente, este fondo aliviaría las arcas municipales. “El Gobierno no nos ha concretado qué cantidad recibiremos ni cuándo”, lamentó Asens, que censuró a “Pedro Sánchez que mientras con la mano izquierda abre las puertas a los inmigrantes del Aquarius y del Open Arms, con la derecha hace devoluciones en caliente y nos deja solos a la hora de acoger”.
El teniente de alcalde criticó que Barcelona, como otros municipios, cubre las lagunas del Gobierno a la hora de atender a estos colectivos, a la vez que también pidió “corresponsabilidad” al Govern de la Generalitat. Así, subrayó que el Ayuntamiento aloja diariamente a unos 400 inmigrantes y solicitantes de asilo.
Respecto a las personas atendidas en el Saier, cabe destacar que las 4.567 con perfil de refugiado ya son más que todas las contabilizadas durante el 2017 (4.405) y se prevé alcanzar la cifra de 7.670 una vez concluya el 2018.
Los 1.301 venezolanos ocupan la posición número 1 de la lista, seguidos de los 577 colombianos y los 456 hondureños. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en los últimos cuatro años se ha registrado un aumento del 2.000% de venezolanos que han pedido la protección internacional en todo el mundo. En la estadística del Saier en primeras nacionalidades (ver gráfico) no figura ningún país africano. Por el contrario, el último informe del Acnur sobre las tendencias globales del desplazamiento forzado indica que durante el 2017 siete de los primeros diez países emisores de solicitantes de asilo eran de dicho continente (Sudán del Sur, Somalia, Sudán, República Democrática de Congo, República Centroafricana, Eritrea y Burundi). La lista está encabezada por Siria y Afganistán y en cuarta posición figura Myanmar por el éxodo de los rohinyás.
Un dato relevante que apunta el Saier es que durante estos siete meses del 2018 de las citadas 4.567 personas que podrían optar al refugio, 1.020 –un 100% más que en el 2017– son menores de edad que han viajado a Catalunya con sus familias.
Asens pide concreción a Madrid sobre la recuperación del fondo para inmigrantes La capital catalana aloja diariamente a 400 personas procedentes de otros países