En 1999 Hugo Chávez llegaba al poder, habiendo reconocido explícitamente durante su campaña que Cuba era una dictadura, para luego, ya en la presidencia, convertir a ese régimen en su principal aliado y soporte político.
Miles de agentes cubanos presentes en Venezuela han resultado cruciales en la conformación de la policía secreta venezolana, con toda su experiencia en represión, de parte de la dictadura más antigua y sangrienta del continente americano.
Hoy, Venezuela vive casi un calco de la realidad cubana, destrozada por el comunismo.
Pobreza
Tras dilapidar la inmensa riqueza proporcionada por el petróleo durante la primera década del 2000, al chavismo se le acabó uno de los grandes soportes de su poder, miles de millones de dinero estatal para su gran clientelismo político.
Y, aplicando la fracasada fórmula comunista de su aliada Cuba, al desmantelar el “burgués” aparato productor terminaron por sumir a Venezuela en una pobreza crónica.
Terrorismo de Estado
Amnistía Internacional (AI) presentó ayer su informe sobre Venezuela, donde se denuncian las ejecuciones extrajudiciales practicadas por el Estado.
“El número de homicidios en Venezuela es superior al de muchos países en guerra”, resaltó Esteban Beltrán, director de AI España.
“Las políticas y acciones del Gobierno criminalizan y matan a los hombres jóvenes en situación de pobreza”, indicaron.
Las fuerzas de seguridad, entrenadas por la experimentada y temida policía política cubana es responsable de “detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas”, informa AI.
Hambre
La carestía de alimentos y medicinas ha alcanzado niveles de tragedia humanitaria.
La población carece de acceso a insumos básicos para su salud, además de la creciente desnutrición por escasez y falta de ciertos alimentos.
Éxodo
La directora de Política y Justicia Internacional de AI en Argentina, Mariana Fontoura, remarcó que ya hay al menos 2,3 millones de venezolanos fuera de su país y, de ellos, 1,6 millones salieron desde 2015, según datos de la ONU.
Asimismo, señaló que el 90% de ellos se encuentra en la región, pero también en Perú, Brasil, Estados Unidos, Argentina y España.
“Estamos viviendo una de las crisis de magnitudes más grandes en materia de la problemática de migración forzada en la región” y esto tiene “un impacto importante” para el mundo.