TAPACHULA.- La caravana migrante de centroamericanos aprovechó la porosidad de la frontera e ingresó al País de manera ilegal a través del río Suchiate.
Anoche, miles de integrantes de la caravana –hondureños, salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses– descansaban en los parques de esta ciudad.
La gran mayoría rechazó la oferta de la Policía Federal de ser llevados al albergue en las instalaciones de la Feria Internacional de Tapachula, donde hay casas de campaña, cocina, brigadas médicas, baños y víveres.
Desde el viernes, más de 5 mil personas ingresaron al País en balsas hechas de tablones y neumáticos.
Una vez reagrupados, ayer avanzaron unos 35 kilómetros, de Suchiate a Tapachula, bajo un sol intenso, a 33 grados centígrados.
Cientos de agentes de la PF resguardaron el avance de la caravana y, aunque ofrecieron no impedirles el paso, en al menos dos momentos formaron vallas como si intentaran contenerlos. Además, un helicóptero de la corporación sobrevoló a poca altura.
Cuando entraron a Tapachula, vecinos se acercaron en camionetas para darles agua, refrescos, tortas, tamales, papel higiénico, pañales y leche en polvo para bebés.
Denis Omar Contreras, uno de los organizadores de la caravana, dijo que esperarán a que lleguen más migrantes para definir el siguiente paso, como lo han hecho en cada escala desde que salieron de San Pedro Sula, Honduras, el 13 de octubre.
Incluso, advirtió que analizarán la oferta que les dio el Gobierno mexicano para brindarles asilo político.
“Nos ofrecen documentos, pero nos llevan en autobús y nos encierran por tiempo indefinido. Muchos necesitamos refugio, pero lo que hace México es engañarnos”, acusó Contreras.
Gobernación informó anoche que ha recibido mil 28 solicitudes de refugio de migrantes que ingresaron a México por el punto fronterizo de Ciudad Hidalgo. En tanto, Mike Pompeo, Secretario de Estado de EU, confió en que las autorida-
des mexicanas repatriarán a quienes hayan ingresado de forma ilegal y que procesarán las solicitudes de asilo de acuerdo con la ley mexicana. SUSPENDEN CLASES EN TAPACHULA
Ofrecí visas de trabajo, ¿por qué ofrezco eso a los centroamericanos? Porque va a haber trabajo para los mexicanos y trabajo para los centroamericanos en nuestra patria”. Andrés Manuel López Obrador
TAPACHULA, Chis.- La caravana de hondureños que irrumpió al País debido a la porosidad de la frontera sur llegó ayer a Tapachula en su ruta hacia Estados Unidos.
Después de dos días de permanecer en los límites de México y Guatemala, y muchos de ellos cruzar la línea fronteriza a través de balsas sobre el río Suchiate, un contingente partió a las 6 de la mañana para recorrer a pie 35 kilómetros.
Bajo los intensos rayos del sol, a una temperatura de 33 grados centígrados, y con maletas a cuestas, más de 5 mil personas caminaron durante más de siete horas.
Durante el trayecto, integrantes de la Caminata del Migrante, al que se sumaron guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses, hicieron pausas para descansar en parques y en sombras de árboles a orillas de la vía en los municipios de Frontera Hidalgo, Metapa de Domínguez y Tuxtla Chico.
El primer grupo entró a la ciudad a la una de la tarde; los últimos en llegar lo hicieron dos horas después.
Aunque mandos policiacos dijeron que no les impedirían el paso, en al menos dos momentos, cientos de agentes de la Policía Federal formaron vallas humanas sobre la carretera y un helicóptero sobrevoló a poca altura.
“Organícense, los vamos a apoyar con medicinas, para que descansen, nadie les va a interrumpir el paso ni los va a agredir”, expresó un oficial.
El despliegue de seguridad fue retrocediendo conforme el maratón de niños, mujeres y hombres avanzaba.
Algunos entraron a Tapachula caminando, otros a bordo de camionetas, algunos más colgados de los camiones de carga que transportan mercancías entre México y Centroamérica.
Agentes de la Policía Federal se apostaron en las aceras para vigilar el acceso.
“¡Honduras, Honduras!”, gritaron unos. “¡México, México!”, agradecieron otros.
En tanto, algunos ciudadanos se acercaron para darles agua, tortas, tamales, refrescos, galletas, papel higiénico, pañales, leche para los bebés, entre otros víveres.
Una señora de avanzada edad junto con su esposo colocó un tambo con agua en la acera de la vía para darle un vaso a los migrantes.
“Lo hacemos por amor. No tienen necesidad de venir a sufrir”, dijo llorando la mujer de la tercera edad.
A su arribo a la ciudad, y pese al exhorto de los agentes migratorios de acudir al albergue habilitado en las instalaciones de la Feria Internacional de Tapachula (FIT), los migrantes optaron por dirigirse al Parque Miguel Hidalgo, frente al Ayuntamiento, y al Parque Bicentenario, también en el centro de la ciudad.
Sara Rodríguez señaló que no aceptaron ir al albergue por el temor a que de ahí los encierren en la estación siglo 21 del Instituto Nacional de Migración.
Con dos pequeños de 10 y 7 años, indicó que prefería pasar la noche a la intemperie.
Organizadores señalaron que tampoco acudieron a los albergues que la sociedad civil tiene para los migrantes en la localidad como “Jesús El Buen Pastor”, “Todo por Ellos” y “Belén”, porque considerarlos pequeños e insuficientes para albergar a los miles de centroamericanos.
Denis Omar Contreras indicó que requieren estar concentrados en un sólo lugar para las asambleas en las que definirán las actividades en su andar hacia Estados Unidos.
De acuerdo con fuentes oficiales, 682 migrantes acudieron al recinto de la Feria Internacional Tapachula.
Por medidas de seguridad y control, el sitio es resguardo por un centenar de Policías Federales mujeres, así como oficiales del Instituto Nacional de Migración para auxiliar a los extranjeros en sus trámites.