El presidente gana popularidad en los sondeos ante Cristina Fernández
«Los principales líderes del mundo decidieron apoyar a Argentina en esta etapa para salir del populismo». A pesar de la crisis, el paro y los tarifazos, Mauricio Macri ha recuperado la confianza en ser reelegido en los comicios del 27 de octubre. El PIB caerá este año un 1,8%. Si se mide por habitante, el retroceso es del 2,7%, solo superado en el mundo por Venezuela, Guinea Ecuatorial, Irán, Nicaragua, Sudán y Turquía. El derrumbe no corroe la esperanza del presidente. «En la medida en que las encuestas van marcando que hay mayor posibilidad de continuidad, las cosas van mejorando». De acuerdo con el diario La Nación, sus opciones mejoraron «en tanto se frenó el supuesto frenesí por el regreso seguro de Cristina (Fernández de Kirchner)».
El macrismo está convencido de que el humor social ha cambiado desde el momento en que se detuvo artificialmente la caída del peso y que el ritmo de la inflación empieza lentamente a reducirse: 2019 concluirá, según se prevé, con una tasa del 40%, más de 10 puntos menos que en el 2018. «¡Qué susto nos pegamos!», reconoció el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, sobre las aciagas perspectivas electorales que se insinuaban hasta hace muy poco. «Pero salimos adelante».
El horizonte se habría vuelto a iluminar con la incorporación del senador Miguel Ángel Pichetto como vicepresidente de Macri. Pichetto fue la espada de los Kirchner en el Senado pero, a partir del 2016, inició un giro conservador que, por momentos, lo emparenta con el brasileño Jair Bolsonaro.
Aunque Bloomberg dice que las encuestas no son fiables en Argentina, consultoras privadas dan cuenta de que la imagen ne
gativa de Macri se encuentra en un 51%, después de haber superado ampliamente los dos tercios. El Gobierno estima que el anunciado acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE, y el deseo de suscribir un pacto similar con EEUU, le darán un impulso más decidido al proyecto de la reelección.
El 11 de agosto se celebrarán en Argentina las primarias obligatorias (PASO). Sus resultados suelen ser analizados como una suerte de encuesta abierta de cara a la contienda de octubre. Por ahora, la fórmula Alberto Fernández y Cristina Kirchner quedaría por delante de Macri-pichetto. Lo que restaría saber es la diferencia entre uno y otro binomio. De acuerdo con la Carta Magna, un candidato se proclama ganador en primera vuelta si obtiene el 45% de los votos o un 40% y una diferencia de 10 puntos en relación al segundo. El macrismo supone que eso no ocurrirá y, por lo tanto, el presidente llegaría a la segunda vuelta del 24 de noviembre con probabilidades de vencer.
El jefe de ministros, Marcos Peña, uno de los estrategas de la campaña, cree que una polarización entre Macri y Cristina favorecerá al primero. Tanto el mandatario como sus principales portavoces comenzaron a agitar el fantasma de una vuelta del autoritarismo, e incluso, en sintonía con lo ocurrido el año pasado en Brasil, de un peligro comunista sin guerra fría. La diputada Elisa Carrió ha hablado de hackers y drogadictos camuflados de kirchneristas.
El líder conservador saca provecho del acuerdo comercial con la Unión Europea
Mucho de lo ⁄ que sucede en las PASO dependerá de que el precio del dólar no vuelva a dispararse. El Gobierno está dispuesto a pagar el alto precio de abaratar su costo en el mercado. La ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en especial, de Christine Lagarde ha sido inestimable. Antes de abandonar la presidencia del organismo para desembarcar en el BCE, Lagarde volvió a augurar un futuro venturoso a la economía argentina. Ya lo había hecho antes sin acertar en los pronósticos. Gracias a ella, Argentina recibió del FMI 57.0000 millones de dólares. Con parte de ese dinero se financió la fuga de capitales. En mayo salieron del país 2.500 millones, un 152,2% más que en el mismo mes del 2017 y un 328% más que en mayo del 2016. De la deuda contraída durante la era Macri, el 36%, unos 68.388 millones, se destinó para similares propósitos.
La escalada del dólar se intenta frenar, a su vez, con tasas de interés que orillan el 60% y destruyen el crédito. No en vano cada día se producen 50 cierres de establecimientos.
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