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Andreína Solorzano abrazó a Colombia y construye país

Andreína Solórzano, ganadora del premio India Catalina

  • La Opinión
  • 6 Jun 2021
  • Paola Rodríguez Gafaro paola.rodriguez@laopinion.com.co

En entrevista con La Opinión la venezolana Andreína Solorzano, ganadora del premio India Catalina como mejor presentadora de noticias, compartió su experiencia de ser embajadora de la reconciliación.

La periodista, radicada en Colombia desde el 2009, ha estado inquieta por los impactos del proceso migratorio que experimenta su país y con sus acciones intenta trascender a favor de sus nacionales.

Inclusión, oportunidades y hermandad fueron las palabras que llegaron a la mente de Andreína Solorzano a la hora de agradecer el premio India Catalina como mejor presentadora de noticias.

La periodista venezolana radicada en Colombia desde el 2009 ha estado inquieta por los impactos del proceso migratorio que experimenta su país y desde hace tiempo viene intentando trascender en su accionar.

Con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la oenegé norteamericana ACDI/VOCA lo está logrando ya.

En esta entrevista confiesa sus vivencias e incluso comparte sus opiniones sobre los procesos políticos que experimenta Colombia y en los que encuentra aprendizajes valiosos desde su experiencia como venezolana.

“El colombiano es muy echado para adelante, eso me gusta mucho. También es muy trabajador y muy educado. Es muy solemne en su trato” Andreína Solórzano, periodista venezolana radicada en Colombia.

¿Cómo ha sido la experiencia de ser embajadora de la reconciliación?

Es una experiencia muy bonita. Yo venía desde hace mucho tiempo como venezolana, sintiendo muy adentro todo el drama de la migración y tratando de hacer algo. Esto me ayudó mucho porque siento que ahora es una estrategia mucho más pensada.

El tema más interesante ha sido que una persona realmente empieza a estar más integrada en una sociedad cuando puede trabajar, puede producir y puede con eso generar unos recursos para su sostenimiento y el de su familia. La idea es demostrar que es muy fácil integrar laboralmente a un venezolano.

¿Cuán importante cree que son los procesos de regularización migratoria para la integración?

Es absolutamente necesario que existan esas vías. La migración puede ser una gran oportunidad para el país y sobre todo en este momento de reactivación económica o puede llegar a ser un gran peso, un obstáculo.

Entonces, si existen estos caminos legales y de política pública para que las poblaciones se integren, seguro se va a aprovechar ese lado positivo que trae la migración.

¿Qué opina del Estatuto de Protección Temporal?

En las empresas cuando hay diversidad, hay mayor productividad, hay diferentes puntos de vista, hay personas que aportan desde sus experiencias, eso de un lado. Del otro lado, el migrante venezolano, en su gran mayoría, tiene algún tipo de preparación, entonces, se puede aprovechar.

Pero, todas estas oportunidades solamente se pueden materializar una vez existan las vías, los caminos para la regularización, por eso es tan importante el Estatuto Temporal de Protección. Es un camino fundamental que ha tomado el país en vías de sacarle el provecho a la migración de una manera positiva para Colombia.

Como venezolana en Colombia, con un India Catalina en las manos, ¿creería que nadie es profeta en su tierra?

Siempre lo he dicho. Empecé mi carrera en Venezuela, pero Colombia a mí me abrió las puertas y es donde he podido hacer mi mayor desarrollo profesional.

Hasta hace muy poco, con el India Catalina precisamente, algunos medios de Venezuela han buscado establecer contacto conmigo, porque realmente no me conocían.

Es lindo entender que no solamente Venezuela es parte de mí, sino que yo poco a poco voy siendo parte de ella también, o sea, que se va conociendo poco a poco quién es Andreína. Y eso me lo dio el India Catalina, un premio que me tiene todavía celebrando .

¿Cuáles fueron sus razones para salir de Venezuela?

Yo salí en un momento en el que las cosas no estaban tan difíciles como están ahora, y yo sentía que tenía motivos suficientes para salir, en 2009.

La crisis humanitaria es innegable, la crisis social de toda índole, el desgaste de la sociedad venezolana es muy complicado. Cuando me vine, empezaban a haber tintes de autoritarismo.

El cierre de RCTV (Radio Caracas Televisión) fue un punto de inflexión para mí. Yo, una estudiante de comunicación social y cierran uno de los medios más importantes del país, eso fue un campanazo tremendo. Esto no iba por buen camino, entonces, esas para mí fueron razones fundamentales para irme.

¿Qué tan importante es la voluntad de adaptación del migrante a la cultura de los lugares de recepción?

En algún momento, en otras personas he percibido una añoranza continua de querer volver a Venezuela, que aquí no se encontraban los quesos, todas las cosas que pueden faltar de lo que conoces como tu patria. Pero, yo siempre he sido, ‘mira los panes, mira la almojábana, mira el pan de yuca’, o sea, hay una variedad de muchas otras cosas. Unas cosas por otras.

Siempre sentí que uno para estar feliz y abrazar esa decisión de empezar otro camino en otro país, tienes que abrazar ese país con todo lo que es, inclusive porque Colombia tiene una historia dolorosísima, de unas heridas muy profundas.

Yo siento que yo abracé a Colombia con sus heridas, con su historia complicada, y con todo lo que es. Ahora estamos aquí, y aquí tenemos que construir.

¿Qué es lo que más ha aprendido a valorar de Colombia?

Primero, la alegría a pesar de todas las situaciones. Veo que el colombiano es muy echado para adelante, es una persona que se las inventa para echar adelante y eso me gusta mucho. También es muy trabajador y muy educado.

Siento que hay una solemnidad en el trato que, a veces, a los venezolanos cuando llegamos, nos cuesta porque nosotros somos más directos.

Colombia con una historia de décadas en medio de un conflicto armado y Venezuela inmersa en una crisis humanitaria y de derechos humanos, ¿qué oportunidades de reflexión le generan estas dos realidades? ¿Acaso se parecen?

El estallido social que vive Colombia hoy, lo veo con mucha preocupación porque entiendo el hastío y la necesidad de cambio. Pero, me preocupa el tema de la desinstitucionalización, que ese desencanto nos lleve a un camino que no sea democrático.

Desde la experiencia de ser venezolana, ¿hay un mensaje para los colombianos en el actual momento socio político que vive este país?

Primero, tener cuidado de donde se informa la gente. Hay que buscar todos los puntos de vista, yo siento que hay responsabilidad no solo de alimentar nuestros propios discursos sino de intentar entenderlo todo.

Segundo, organizarse políticamente, como decía Fernando Savater, la política es algo noble. Entonces, si se organiza la gente políticamente, todas esas demandas, esas necesidades, pueden tener un camino mucho más organizado dentro del juego de la democracia.

Y por último: votar. En las urnas está la decisión del rumbo que debe tomar el país, no hay otro lugar. Las calles funcionan, pero finalmente es en las urnas donde se toman las decisiones.

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