La invasión rusa abre una nueva era que obliga a Berlín a dar un giro histórico en su política de Defensa. «Es una guerra de agresión no solo contra Ucrania sino contra el sistema de paz en Europa», advierte el diplomático
La invasión de Putin no «es solo una guerra de agresión contra Ucrania, sino un ataque al sistema de paz en Europa» creado tras la caída del Muro de Berlín en 1989, asegura Wolfgang Dold (Arlington, 1958), embajador alemán en Madrid. De ahí que Berlín se haya visto obligada a adoptar una posición más asertiva. «En un cambio de época, Alemania también debía cambiar la política de seguridad y exterior», constata el diplomático.
¿Qué se juega Europa en la guerra de Ucrania?
Es una guerra de agresión no solo contra Ucrania, sino un ataque al sistema de paz en Europa creado durante décadas, al Derecho Internacional y al principio de la inviolabilidad de las fronteras de los Estados. No es solo un problema europeo, sino internacional. Es especialmente satisfactorio que la abrumadora mayoría de miembros de Naciones Unidas condenara la agresión contra Ucrania como una violación de la Carta de la ONU y pidiera a Rusia que retirara sus tropas de Ucrania
¿Estuvo jugando Putin con la diplomacia occidental mientras ultimaba un plan ya decidido?
Podría ser visto así desde hoy, pero no cambia nada el hecho de que Europa y EE UU tenían que buscar una solución diplomática hasta la última hora. Porque nosotros creemos en un orden internacional basado en reglas, acuerdos, negociaciones y diálogo. Hubiéramos ido en contra de ese principio democrático en caso de saltar ese intento de diálogo. No teníamos otra alternativa. El 24 de febrero es el punto de inflexión porque esa madrugada el Ejército ruso empezó a atacar a Ucrania. La negociación está acabada.
La UE cumplió su amenaza y ha aprobado unas sanciones desconocidas contra Rusia…
Teníamos previstos el «plan B» por si el camino diplomático no tenía éxito. Todos estos paquetes de sanciones estaban preparados, por lo que no teníamos que hacer mucho tras el 24 de febrero.
¿Apoya Alemania la petición de Zelenski para que Ucrania ingrese cuanto antes en la UE?
Es una cuestión complicada.
Nuestra ministra de Exteriores ha dicho que la casa europea es una casa abierta que tiene muchas puertas. Nos damos cuenta de que la adhesión supone un proceso de transformación profunda de un país para ingresar en la UE. Por eso, no hablamos de unos meses.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado un cambio profundo en la política exterior alemana. ¿Qué cambió el 24 de febrero?
Es debido a la gravedad de un ataque que no es solo contra un país, sino contra nuestros valores y el Derecho Internacional. Teníamos que reaccionar de una manera muy fuerte. En un cambio de época, Alemania también tenía que cambiar su política de seguridad y exterior. Debíamos adaptarnos a una situación nueva.
El canciller Scholz anunció un aumento del gasto en defensa por encima del 2% del PIB. ¿Se siente Alemania amenazada?
Como todos en Europa, nos sentimos muy preocupados por la agresión rusa. Sabemos que tenemos que invertir más en la seguridad, no solo en la seguridad nacional, sino también en la seguridad europea en el ámbito de la defensa y, por supuesto, en los esfuerzos de la OTAN para garantizar esta seguridad a todos los socios. Desde 2014, cuando Rusia ocupó Crimea, cada año hemos elevado los gastos en defensa de una manera considerable. Pero ante el cambio de época al que nos encontramos ahora, debíamos tomar un camino completamente nuevo.
Antes se acusaba a Alemania de ser demasiado cauta con Rusia por sus intereses económicos y la dependencia energética…
En las relaciones con Rusia, siempre hemos dicho que se dan las dos caras de la moneda: dialogar hasta el último momento y estar preparados en caso de que no quiera una solución pacífica. Siempre hemos dicho que todas las sanciones estaban sobre la mesa. A veces me parece raro leer críticas contra Alemania en las que se nos acusa de seguir una política de apaciguamiento. Ahora, no nos negaremos a entablar conversaciones con Rusia. Incluso en esta situación extrema, es tarea de la diplomacia mantener abiertos canales de comunicación.
En esa prudencia pudo influir el hecho de que en el Gobierno de coalición existen diferencias…
Lo que podemos ver en los últimos días es una cohesión perfecta respecto a las medidas que hemos tomado no solo dentro de la coalición, cuyos socios tenían perspectivas diferentes. Pero ante esta amenaza hubo que actuar en común. También existe un entendimiento con la oposición de la CSU/CDU, que apoya al Gobierno en las medidas que hemos tomados. Tenemos una base muy sólida en el Parlamento para sostener la política de sanciones. Como vimos el domingo en Berlín y el lunes en Colonia con manifestaciones de más de 100.000 personas, entre la población también hay un fuerte rechazo al ataque ruso.
¿Temen que Putin corte el suministro de gas a Alemania?
El 55% del gas que consumimos procede de Rusia. Puede que los rusos tomen medidas más allá de lo que han hecho hasta ahora, pero estamos bien preparados. No hemos empezado a pensar hoy en lo que podría pasar. El Gobierno sabe que a, medio y largo plazo, vamos a recurrir cada vez más a energías renovables. No es solo una cuestión alemana, sino europea, buscar alternativas para suministrar a la población energía.
La guerra de Georgia de 2008, la anexión de Crimea en 2014 y Donbás. ¿Europa ignoró esos alarmantes avisos?
Desde 2014 no solo nos hemos puesto de acuerdo en Europa sobre un primer paquete de sanciones que a veces se olvida. Alemania ha sido uno de los países que más han apoyado financieramente a Ucrania, con 1.800 millones de euros desde la revolución democrática. Teníamos la impresión de que con un paquete de ayuda a Ucrania y sanciones a Rusia regresaríamos a un entendimiento.
¿Temen que la guerra pueda extenderse a otros países?
Como dijo el canciller Scholz el domingo, uno de los principales peligros ahora es que la guerra de Putin se extienda a otros países de Europa. Esto significa que, sin ningún tipo de peros, mantenemos nuestra obligación de apoyar a la OTAN. También se lo hemos dicho a nuestros aliados de Europa Central y Oriental. Putin no debería subestimar nuestra determinación determinación de defender cada metro cuadrado del territorio de la Alianza junto con nuestros aliados. Nos lo tomamos muy en serio. La admisión de un país en la OTAN está vinculada a nuestra voluntad de defender a ese país.
La crisis de Ucrania ha reforzado el papel de la OTAN. ¿No es el momento de desarrollar una defensa común europea?
Hoy vemos una forma de cohesión transatlántica que no hemos visto en las últimas décadas. La idea de impulsar las brechas entre los países de Occidente no ha funcionado. Al contrario, los países europeos tienen una cohesión cada vez más grande no solo en defensa, sino también frente a la crisis del covid. En momentos de peligro, los países se acercan cada vez más. La defensa europea debe ser más potente, pero siempre en la complementariedad que garantiza la OTAN para la seguridad de sus socios. Una mayor soberanía estratégica europea no debe crear una competencia con la OTAN, sino una complementariedad a la relación transatlántica.
En las primeras semanas, Europa quedó al margen de las negociaciones sobre la seguridad en nuestro continente…
Desde el primer momento de la crisis, teníamos la intención de involucrarnos en este diálogo y lo hemos hecho. Scholz y Macron visitaron Moscú, las llamadas telefónicas, un encuentro en el formato de Normandía… La intención de Rusia de hablar solo con EE UU no ha tenido ningún éxito porque las relaciones transatlánticas funcionan muy bien. La tentación que pudo haber en otro tiempo de excluir a los europeos del diálogo no ha existido.
¿Cómo se está preparando Alemania para acoger a quienes huyen de la guerra de Ucrania?
Estamos desde hace algunas semanas en contacto con nuestros vecinos polacos para apoyarlos en la acogida de refugiados porque Polonia es el principal receptor. Pero también Alemania se prepara. Tenemos, un grupo significativo de 120.000 ucranianos que viven en Alemania. Y es obvio que los refugiados van a buscar a sus familiares y amigos que residen en Alemania. Preparamos centros de acogida para recibir un número mayor de refugiados. Lo hicimos en 2015 y lo volveremos a hacer ahora otra vez.