El boicot de empresas multinacionales a Rusia por la guerra en Ucrania crece día a día. La petrolera italiana Eni anunció ayer que suspende los contratos para la compra de crudo procedente de Rusia, una semana después de revelar que iba a vender su parte en el gasoducto que conecta Rusia con Turquía, debido a la invasión de Ucrania por el Ejército ruso. Esa participación, al 50% la tiene con la rusa Gazprom, en el gasoducto Blue Stream.
Del mismo modo, Goldman Sachs anunció ayer que paralizará sus operaciones en Rusia, convirtiéndose en la primera gran institución financiera de Wall Street en abandonar el país tras la invasión promovida por el Kremlin. “Goldman Sachs está liquidando su negocio en Rusia en cumplimiento con los requisitos regulatorios”, aseguró el banco. A finales de 2021, la exposición crediticia de la empresa a Rusia era de 650 millones de dólares. La mayoría estaba vinculada a contrapartes o prestatarios no soberanos. La firma todavía está negociando la deuda corporativa vinculada al país sin que haga previsiones sobre los movimientos de precios, dijo un representante.
Aunque Goldman Sachs es la primera firma de Wall Street en anunciar su salida de Rusia, Citigroup señaló el miércoles que está revaluando sus operaciones en el país. Previamente anunció su intención de salir de su negocio de consumo, y ahora lo está operando “sobre una base más limitada dadas las circunstancias y obligaciones actuales”, explicó Edward Skyler, vicepresidente de asuntos públicos globales.
Los interesados en la operación minorista de Citigroup en Rusia están sujetos a sanciones impuestas por EE UU, lo que suma otro obstáculo a la venta planificada. Con 3.000 trabajadores, Citigroup es la entidad financiera estadounidense con mayor presencia en Rusia. A finales de 2021, el banco tenía 9.800 millones de dólares en préstamos y activos vinculados a Rusia.
Por su parte, la empresa textil japonesa Fast Retailing, propietaria de la cadena de tiendas de ropa Uniqlo, anunció ayer también la suspensión temporal de sus operaciones en Rusia por obstáculos logísticos y el recrudecimiento de la guerra en Ucrania.
Las japonesas Sony y Nintendo confirmaron también este jueves la suspensión de sus envíos de juegos y consolas a Rusia, así como la paralización de los servicios de sus tiendas online en el país. El boicot se extiende al grupo de restauración español AmRest, que opera franquicias de KFC y Pizza Hut. El grupo ha iniciado el proceso para suspender temporalmente la operación de dichas marcas en Rusia.
La italiana pondrá fin a su alianza con Gazprom en el gasoducto con Turquía
Citigroup está revaluando sus operaciones en el país