Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas de Israel, declaró ayer que el presupuesto para el 2023-2024 “ya no es relevante” debido a la guerra de Gaza y que será modificado, además, de mostrarse indiferente ante la rebaja de la perspectiva de Israel de Estable a Negativa por parte de S&P Global.
Aunque cifró el costo directo de la guerra en unos 1,000 millones de shekels (246 millones de dólares) al día para Israel, Smotrich declaró, en una emisión de la Radio del Ejército, que aún no dispone de una evaluación de los costos indirectos para una economía parcialmente paralizada por la movilización masiva de reservistas militares y los extensos lanzamientos de cohetes palestinos.
Smotrich calificó de “alarmista” la revisión a la baja de Estable de S&P publicada el martes y aseguró que no prevé grandes déficits israelíes a pesar de la crisis.
Asimismo, elogió al gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, quien tenía que dimitir pero prorrogó su mandato debido a la crisis, por “funcionar por encima y más allá”. No obstante, Smotrich no quiso pronunciarse sobre si Yaron debe mantenerse formalmente en el cargo.
Hamás se financia con criptos
El seguimiento por parte de Estados Unidos e Israel del financiamiento de Hamás a través de criptomonedas se ha intensificado desde el inicio de la guerra, señalaron analistas.
“Vemos mucha menos actividad, principalmente porque Israel ha sido muy agresivo en sus esfuerzos por reducir estos intentos de recaudación de fondos” en criptomonedas, señaló Ari Redbord, responsable de cuestiones de política global en TRM Labs, una empresa especializada en el seguimiento de fondos ilícitos en criptomonedas.
Según Redbord, Hamás recurrió desde el 2019 a estos activos digitales basados en la tecnología blockchain, para sus colectas de fondos.
El seguimiento por parte de Estados Unidos e Israel del financiamiento de Hamás a través de criptomonedas se ha intensificado desde el inicio de la guerra.