El supuesto atentado sufrido por el mandatario el sábado, durante un acto militar, abrió un nuevo foco de tensión. Los uniformados se cuadraron con el gobierno, mientras que los contrarios al chavismo cuestionaron veracidad del hecho y advirtieron posible ola de represión.
El Presidente Nicolás Maduro y la cúpula militar venezolana acudieron el sábado a una celebración de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la Avenida Bolívar de Caracas, de dos kilómetros de largo y que suele ser utilizada para actos políticos, castrenses y culturales. A las 17.41 se escuchó una explosión, según se observa en el video de la transmisión del evento, tras lo cual el audio se interrumpe y las miradas de Maduro y sus oficiales se dirigen al cielo. Lo que no se ve en cámara es que de inmediato se activa un operativo de seguridad para proteger con escudos al mandatario, que se queda de pie intentando ver lo que pasaba, para luego ser evacuado. “¡Tapa, tapa, tapa arriba, Castillo!”, y “¡arriba, mi comandante!”, se escuchó al final de la transmisión televisiva. “Vámonos por la derecha”, ordenó Maduro.
● La versión del chavismo
Poco después, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, denunció un atentado contra Maduro, realizado con “artefactos voladores de tipo dron que contenían una carga explosiva que detonó en las cercanías de la tarima presidencial y en algunas zonas del desfile”. También dijo que manejan “evidencias” del ataque y que el “atentado” dejó siete militares heridos.
“Han intentado matarme”, afirmó más tarde el propio Maduro, quien culpó a la oposición, y a la figura del Presidente colombiano, Juan Manuel Santos. También anunció el arresto y procesamiento de cuatro personas y dijo que los financistas de la acción están en Miami. Ayer, sin embargo, el gobierno aclaró que son “seis” los “terroristas” detenidos por los supuestos drones explosivos y que el objetivo apuntaba a “todo el Estado”.
● “Soldados de franelas”
Después de que el chavismo emitió sus descargos, un grupo autodenominado como “Soldados de franelas” se atribuyó la acción a través de un mensaje en Twitter. “La operación era sobrevolar dos drones cargados con C4; el objetivo, el palco presidencial. Francotiradores de la guardia de honor derribaron los drones antes de llegar al objetivo”, dijeron. El grupo, formado hace unos cuatro años y desconocido hasta ahora, dijo que su acción evidenció la vulnerabilidad de Maduro y prometieron más ataques.
● “Operación Fénix”
Durante la noche y desde Miami, la periodista venezolana Patricia Poleo, que en su Twitter sostiene que está exiliada desde 2005, leyó un comunicado de lo que denominó como “Operación Fénix”, firmado por un grupo de oficiales y soldados venezolanos que denunció que Maduro “ha secuestrado a Venezuela” y que llevarán a cabo “acciones militares”. Sin embargo, no está claro si la “Operación Fénix” tiene que ver con los “Soldados de franelas”.
En su iconografía, el grupo de militares venezolanos pareció reivindicar vínculos con Óscar Pérez, el exoficial de la policía que en junio de 2017 lanzó desde un helicóptero dos granadas contra el Ministerio del Interior. Meses después, Pérez murió acribillado tras un operativo de fuerzas especiales venezolanas. En ese sentido, el gobierno vinculó ayer el supuesto ataque a la célula de Pérez, según una declaración del canciller Jorge Arreaza, citada por EFE.
● Testigos clave
En medio de la enorme confusión que provocó en un primer momento la denuncia del supuesto atentado contra Maduro, la agencia The Associated Press entrevistó a dos bomberos y a un estudiante de policía que dijeron que la explosión en realidad fue por un balón de gas en un departamento cercano al desfile.
Pero ayer, AP citó a varios residentes de Caracas que afirmaron que vieron un dron que se estrelló contra un edificio
cercano al acto militar de Maduro. “The Associated Press vio el domingo un video que un residente dice que grabó con su teléfono celular el sábado. El video muestra un dron flotando en una calle residencial a dos cuadras de distancia y luego chocando contra un edificio, provocando un incendio. No se ve la explosión. La policía llegó y arrestó al operador del dron, dijo el testigo. Los investigadores peinaron el edificio en busca de evidencia”, señaló AP.
A su vez, France Presse entrevistó a un policía, que pidió el anonimato, que contó que varios drones salieron del edificio incendiado y que uno de los aparatos explotó.
¿Un mortero?
En un artículo escrito por Maolis Castro, corresponsal en Caracas de El País, el periódico citó a un militar presente en el acto que aseguró que no escuchó disparos, lo que contradice la versión de que francotiradores derribaron a los drones. “Si le das, cae el dron, pero no explota. Fue una explosión como de mortero de 81 mm. Altura de 20 metros. Sin metralla… Si tuviera metralla habría hecho una escabechina (matanza)”, indicó, bajo la condición de anonimato. Más tarde, el ministro de Interior, Néstor Reverol, dijo que los drones finalmente no fueron derriba- dos por francotiradores, sino que uno de ellos fue desarticulado con inhibidores de señal y el otro perdió el control e impactó en un edificio.
Temor opositor
El diario venezolano El Nacional explicó que las dudas estallaron porque Maduro ha denunciado en varias ocasiones ataques en su contra, imposibles de comprobar. “Esta no es la primera vez que el Presidente denuncia un atentado y hasta el día de hoy no ha presentado pruebas que respalden sus acusaciones”, señaló el periódico.
También, varios analistas venezolanos se han negado a comentar lo ocurrido, argumentando que no quieren “validar” la versión oficial. La oposición, por su parte, se mostró escéptica y varios dirigentes antichavistas insistieron en que prefieren esperar para ver cómo decanta todo. Pero también revelaron su preocupación ante eventuales represalias. “Alertamos contra el intento del gobierno de aprovechar este suceso para (…) profundizar la represión y la violación sistemática del Estado de Derecho”, dijo el Frente Amplio venezolano.
Dimensión política
“Los ruidos ocultan las señales, pero en Venezuela todo es posible”, afirmó a La Tercera el politólogo venezolano y direc- tor de Datanálisis, Luis Vicente León. También entre algunos analistas se comenta que si bien Maduro tiene enemigos internos y externos, puede haber ocurrido un evento fortuito, como la explosión de un balón de gas o la caída de un dron, que el gobierno ha aprovechado a su favor. Algunos expertos, no obstante, comentan que la estampida de militares tras la explosión hace lucir vulnerable al mandatario.
De todos modos, las FF.AA se cuadraron nuevamente con Maduro. El general y ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, compareció ayer junto a toda la cúpula militar y dijo: “Permanecemos incólumes y aferrados a las convicciones que nos caracterizan, apoyando de manera incondicional y con irrestricta lealtad a nuestro comandante en jefe”.
Lo del sábado en la Avenida Bolívar ocurre tras la reelección de Maduro, la consolidación de su poder en todas las esferas del Estado, la desmovilización de la oposición, el éxodo masivo de venezolanos y una crisis económica titánica a la cual parte importante de la población ya asumió que no podrá ser superada. Pero también tiene lugar en medio de crecientes versiones sobre acciones rebeldes de parte de un sector de las fuerzas militares descontentas con la gestión chavista.b