El gobierno colombiano protestó ayer ante Venezuela por la violación de su soberanía nacional por parte de la Guardia Nacional Bolivariana, de acuerdo con información del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La dependencia denunció que el 19 de agosto de 2018, “en el sector de Vetas de Oriente, municipio de Tibú, al norte de Santander, se registró una violación a la soberanía de Colombia”.
Ese día se registró la entrada de “dos helicópteros militares, identificados con las siglas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y unos 30 efectivos armados pertenecientes a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, los cuales fueron desembarcados en el referido sector”, señaló el comunicado.
La cancillería, en “virtud del informe sobre los hechos con los que efectivamente se evidenció una incursión militar no autorizada a territorio nacional, presentó, ante la embajada de la República Bolivariana de Venezuela, una nota expresando la más enérgica protesta por los hechos mencionados”.
La acción se produjo en un momento de tensión entre ambas naciones sudamericanas, luego de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusara de manera directa al exmandatario colombiano, Juan Manuel Santos, por haber orquestado un supuesto atentado en su contra, lo cual ocurrió el 4 de agosto durante una ceremonia militar.
Según Maduro, la idea de atacarlo con drones cargados con explosivos salió del Palacio de Nariño, y fue iniciativa del expresidente Santos, quien respondió que ese día “estaba haciendo cosas más importantes, estaba bautizando a mi nieta”.
En 2017, la Cámara de Representantes de Colombia pidió al gobierno de Santos iniciar una denuncia contra Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por las violaciones a la soberanía nacional colombiana; pues hasta entonces se habían registrado por lo menos cuatro incursiones militares como la que la Cancillería informó ayer.
Y en Brasil…
El cierre de la frontera entre Brasil y Venezuela, exigido por el estado brasileño de Roraima, colindante con el país bolivariano, no está en la agenda, a pesar de los incidentes ocurridos el fin de semana contra inmigrantes en áreas fronterizas, indicó el gobierno del presidente Michel Temer.
El gobierno del estado de Roraima, enfrentado con las autoridades federales por su política de aceptación de inmigrantes venezolanos, pidió a una corte suprema que cierre
la frontera; mientras requirió que el Ejecutivo reparta a las decenas de miles de venezolanos en el estado a otros lugares de Brasil.
La abogacía general de la unión, que representa al gobierno federal, se declaró contraria a la medida extrema mediante un documento enviado a la máxima instancia judicial.
El presidente Temer visitó este año Roraima y convocó a dos reuniones de urgencia después del ataque del fin de semana contra campamentos de venezolanos en la ciudad fronteriza de Pacaraima.