El colapso económico de Venezuela actualmente supera al de la antigua Unión Soviética, lo cual sugiere que el “socialismo del siglo XXI” puede estar yendo por el camino de su antecesor del siglo XX.
El producto interno bruto (PIB) del país latinoamericano ha caído un 54 por ciento desde su máximo de 2013, según cálculos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), un organismo comercial con sede en Washington.
Según datos del IIF, este colapso es, en la actualidad, mucho peor que la caída de 37 por ciento entre el máximo y el mínimo nivel de producción del país medio de las repúblicas que formaban la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en el período posterior a la ruptura de la unión en 1991. Incluso ha superado la caída del 51 por ciento experimentada por Ucrania, el más afectado de los anteriores Estados soviéticos.
El colapso de Venezuela ahora representa la segunda crisis económica más grave de la historia moderna, según lo expresado por el IIF, y sólo fue superada por la difícil situación de Zimbabue, donde el PIB se desplomó un 74 por ciento entre 1998 y 2009.
“El colapso económico de Venezuela es casi inaudito en la historia reciente”, comentó Sergi Lanau, economista en jefe adjunto del IIF. “Zimbabue en los últimos 20 años y el colapso de la Unión Soviética son los únicos episodios comparables”.
“El PIB se ha desplomado hasta un punto que es casi impensable en los tiempos modernos”, agregó el Sr. Lanau.
El país — que alguna vez fue uno de los más ricos de Latinoamérica y el poseedor de las mayores reservas probadas de petróleo del mundo — se ha visto devastado por la “revolución bolivariana” socialista dirigida por el expresidente Hugo Chávez y por su sucesor designado, Nicolás Maduro, cuyas ruinosas políticas, unidas a una corrupción generalizada, han dado paso a una era de esca- sez de alimentos, de hiperinflación, de enfermedades y de violencia.
Venezuela dejó de publicar datos oficiales en relación con el PIB en 2016 después de haber reportado una caída interanual del 16.5 por ciento, impulsada en parte por una caída en los precios del petróleo, en un tercer año consecutivo de contracción.
El Sr. Lanau, un ex economista de países especializado en Venezuela del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha calculado sus propias cifras de producción desde entonces basándose en medidas como la producción de petróleo (con una disminución del 18 por ciento el año pasado); la producción de automóviles, la cual “ha caído prácticamente a cero”; y los datos de exportación de países como Colombia y EEUU.
Él estimó que el PIB cayó un 15.5 por ciento adicional en 2017 y un 20 por ciento en 2018; y está en vías de contraerse otro 10 por ciento este año. Las cifras son ligeramente peores que los cálculos del FMI.