▃ Venezuela está pagando altas primas por las importaciones de combustible de Rusia y Europa, y menos de una decena de vendedores considera que el riesgo vale la pena luego que se cortaron los flujos de Estados Unidos por las sanciones. Venezuela exporta crudo, pero las precarias condiciones de sus refinerías obligan a importar gasolina y diésel para estaciones de servicio y centrales eléctricas, así como nafta para diluir su petróleo pesado.
Desde que Estados Unidos impuso nuevas sanciones a Venezuela el 28 de enero, el abastecimiento proviene principalmente de la petrolera estatal rusa Rosneft, de la española Repsol, de la india Reliance Industries y de las operadoras Vitol y Trafigura.
Rusia es un aliado político de Caracas, mientras que India y España también tienen lazos comerciales de larga data con Venezuela. Pero los suministros tienen un costo. “Los precios que nos están cobrando son horrendos”, dijo un ejecutivo de la petrolera estatal venezolana Pdvsa. El ejecutivo dijo que las elevadas primas se debieron en parte al hecho de que las cargas individuales pasaron por varias manos antes de llegar a los puertos venezolanos y también involucraban complejas y costosas transferencias de barco a barco. Un operador afirmó que ahora los armadores cobran hasta 50 centavos por barril a Venezuela, desde los 15 o 20 de antes de las sanciones. (Reuters)