Los grupos extremistas Hamás y Hezbollah unieron esfuerzos para juntos diseñar una estrategia que les permita hacer frente a Israel, en lo que se conoce como una cruzada para evitar que la guerra en Medio Oriente se intensifique.
Trascendió que el objetivo crucial de ambos grupos es poner a los puntos claros para que Israel no aumente su poderío militar con el apoyo de Estados Unidos, Francia y España.
La llamada «cumbre del Terror» busca entre otras situaciones unir consensos para que Israel pierda fuerza tras 20 días de incesantes ataques en la Franja de Gaza que hasta ahora ha dejado más de 4 mil palestinos muertos.
Los principales dirigentes de ambos flancos se reunieron ayer por más de 6 horas para diseñar una estrategia de alto al fuego para apoyar en sus intentos por que la ayuda humanitaria llegue lo antes posible por aire y tierra.
Desde el pasado fin de semana hay intentos muy fuertes para frenar los bombardeos por aire y tierra a objetivos específicos de Israel en territorio palestino, pero estos intentan ser detenidos de inmediato. Al respecto, un alto funcionario de Hezbollah
juró que Israel pagará un alto precio en el momento en que inicie una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza y aseguró el sábado que su grupo miliciano basado en Líbano ya está “en el centro de la batalla”.
Cabe destacar que el sublíder de Hezbollah, el jeque Naim Kassem, afirmó que mientras Israel bombardeaba y atacaba con drones el sur de Líbano y Hezbollah lanzaba cohetes y misiles hacia Israel, los esfuerzos para diezmar a Israel siguen siendo infructuosos.
Para Hezbollah, caldear la frontera entre Líbano e Israel tiene un claro objetivo, Kassem dijo: “Intentamos debilitar al enemigo israelí y hacerle saber que estamos listos”. Funcionarios de Hamás dijeron que si Israel inicia una ofensiva terrestre en Gaza, Hezbollah se unirá a la lucha.
El intercambio de fuego en la frontera entre Líbano e Israel se ha intensificado en las dos semanas desde que ocurrió el ataque del grupo miliciano palestino Hamás que mató a 1.400 civiles y soldados en el sur de Israel. Los ataques israelíes en represalia contra Gaza han matado a más de 4.000 palestinos.
Un portavoz dijo que Hamás buscó evitar un nuevo enfrentamiento en la Franja de Gaza como el de hace unos días en un hospital y que dejó un saldo de 500 muertos.