El Congreso de Estados Unidos no apoyará una intervención militar en Venezuela pese a los comentarios que sugieren esa posibilidad por parte del presidente Donald Trump, dijo ayer el jefe de la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
“Me preocupan los comentarios del presidente insinuando que la intervención militar sigue siendo una opción. Quiero dejar en claro a nuestros testigos y a cualquier otra persona que esté observando: la intervención militar de Estados Unidos no es una opción”, sostuvo el demócrata Eliot Engel en el inicio de una audiencia legislativa sobre la volátil situación política en Venezuela.
El mandatario republicano volvió a advertir ayer que evalúa “todas las opciones” para solucionar la crisis en Venezuela.
El legislador también advirtió sobre posibles afectaciones que puedan padecer los venezolanos debido a las sanciones impuestas a la petrolera venezolana Pdvsa.
“Con respecto a las nuevas sanciones sobre Pdvsa, aprecio la necesidad de presionar a Maduro”, afirmó Engel. “Pero la Casa Blanca debe pensar en las posibles repercusionesqueesassancionespudierantenersobreelpueblovenezolanosiMaduronodejaelcargoenlas próximas semanas”.
¿Nueva directiva de Pdvsa?
En Caracas, la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, designó ayer cuatro nuevas juntas administradoras en Pdvsa y sus filial en EU, Citgo, para salvaguardar las propiedades en medio de la crisis política que enfrenta la nación sudamericana.
“La nueva directiva estará conformada por venezolanos capaces, libres de corrupción y sin afiliación partidista”, anunció Juan Guaidó en Twitter, al señalar que se trata de un “anuncio histórico” para iniciar el “rescate” de la industria petrolera.
“Con esta decisión no solo estamos protegiendo nuestros activos, también evitamos que continúe la destrucciónyqueperdamoslaempresa”, añadió el jefe legislativo.
El 23 de enero, Guaidó invocó unos artículos de la Constitución para reclamar que, como líder del Congreso, podía declararse presidente interino al considerar «ilegítima» la toma de posesión de Nicolás Maduro.
El chavista volvió asumir la presidencia el 10 de enero tras unas elecciones celebradas el pasado mayo y no reconocidas por parte de la comunidad internacional.
El gobierno de Trump está tratando de transferir los activos de Citgo al equipo de Guaidó. La filial de refinerías no es directamente objeto de las sanciones pues el magnate la calificó de excepción a fin de permitir que EU pueda seguir negocios con ella.
EU, con el que Maduro rompió relaciones apenas reconoció a Guaidó como presidente interino, congeló cuentas y activos venezolanos el pasado 28 de enero.
Mientras, Maduro arremetió ayer contra el encuentro en la Casa Blanca entre Trump y el mandatario colombiano, Iván Duque.
“Hoy el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el señor Iván Duque, de Colombia, como un festín del odio (…) declarando de manera vulgar, haciendo anuncios de manera alocada”, señaló Maduro en la televisión estatal.
Ellíderchavistavolvióaacusara Guaidó de ser un “títere” de Washington, que buscaría “imponer un régimenalserviciodeEstadosUnidos” en Venezuela.
En la víspera, Guaidó desafió nuevamente a Maduro al anunciar que el próximo 23 de febrero entrará al país ayuda humanitaria para paliar la aguda escasez de alimentos y medicinas, lo que el gobierno considera un intento de introducir armas e incluso ha dicho que los insumos están envenenados.