Nadie se imaginó la crudeza expuesta en el informe presentado ante la ONU por la Misión Internacional Independiente de
Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela. El informe de 401 páginas es tan extenso y detallado como su título y deja poco para la imaginación sobre las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, tortura, abuso sexual y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes cometidos por el Estado venezolano desde 2014. En el informe atribuyen la responsabilidad directa de crímenes contra la humanidad a Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López (Ministro de Defensa) y Néstor Reverol (Ministro de Interior y Justicia).
El único funcionario del gobierno de Nicolás Maduro que se ha pronunciado explicita y oficialmente ha sido el canciller Jorge Arreaza, quien por twitter escribió que el informe está «plagado de falsedades» y carece de «rigor metodológico alguno». Posteriormente durante una charla telemática con el movimiento mexicano Para
Leer en Libertad AC, Arreaza sentenció que a los investigadores les habrían pagado «5 millones de dólares para que hicieran un refrito del informe de Almagro» (Secretario General de la Organización de Estados Americanos).
En efecto, éste no es el primer informe que fustiga la situación de Derechos Humanos en Venezuela, tanto la OEA, la Alta Comisionada para los DD.HH. de la ONU, Michelle Bachelet como organizaciones, incluyendo Human Rights Watch y Amnistía Internacional, han presentado sus investigaciones sobre el tema en el pasado. Sin embargo, la Organización
de las Naciones Unidas está a un nivel mucho más comprometedor para el chavismo ya que reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, expresó que el contenido del informe es «muy preocupante», en una rueda de prensa luego de su presentación, y recomendó a las autoridades venezolanas tomarlo «muy en serio».
Alguien que conoce bien el organismo es el diplomático venezolano Diego Arria, que habló con DW sobre las implicaciones que este informe podría tener para Venezuela.
DW:Usted lleva varios años denunciando violaciones de DDHH como las expuestas en el reciente informe. ¿Qué tuvo que ocurrir para que las Naciones Unidas tomara en serio lo que ocurre en Venezuela para realizar este informe?
Diego Arria: Efectivamente, desde que llevé la acusación contra Hugo Chávez en 2011 a la Haya, muchos venezolanos hemos concurrido ante la Corte Penal Internacional, incluso ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para que le pusieran atención al peligro creciente que significaban la violación de los derechos humanos, no solo en Venezuela, sino al contagio que esto llevaba a otras regiones. Finalmente las Naciones Unidas por la vía de esta misión independiente autorizada por el Consejo de Derechos Humanos ha producido un informe en el fondo muy poco parecido a los informes de Naciones Unidas porque tiene un lenguaje muy claro, muy crudo y muy realista. Creo que en gran parte esto se ha debido a que la OEA con su Secretario General, Luis Almagro, el año pasado presentó también un conjunto de denuncias.
Solo hemos registrado reacciones de la cancillería de Nicolás Maduro sobre este informe ¿Cree que se esperaba un informe tan extenso y explícito como el que ha presentado la misión de Determinación de los Hechos? ¿Superó las expectativas?
El silencio del chavismo obedece a que ellos pensaban que la señora Bachelet sería la encargada de presentar el informe, pero ella no es la encargada, fue el Consejo de Derechos Humanos que, en septiembre del año pasado, acordó la creación de esta Misión Especial con Marta Valiñas de Portugal, Francisco Cox de Chile y Paul Seils de Reino Unido, y que realmente ha superado las expectativas de muchos de nosotros y hasta del propio Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que ahora tiene al frente un informe sobre el cual tendrá que pronunciarse.
¿Cuáles repercusiones podría generar esto para el chavismo?
Debería tener repercusiones. Creo que todos los miembros de las Fuerzas Armadas, policiales y del poder judicial, que aparece señalado de manera muy especial en el informe, van a tener que preocuparse mucho más, porque han sido señalados de una manera específica nada menos que a nivel del Consejo de Derechos Humanos, y esto va a facilitar la campaña que nosotros tenemos para expulsar a Venezuela.
Desde hace más de un año, un grupo de venezolanos tenemos una campaña para buscar desalojar a la narcotiranía de Maduro del Consejo de Derechos Humanos donde jamás debió llegar; le ganó en votación en Naciones Unidas a un país democrático como Costa Rica, lo que habla bastante mal de lo que significa la democracia en las Naciones Unidas. Hasta ahora llevamos cerca de 150 mil firmas y este informe creo que nos va a ayudar mucho más para promoverlo, porque es importante que nos presentemos a la Asamblea General no solo con ese informe tan contundente, sino también con la petición de cientos de miles de personas en el mundo buscando la expulsión de Maduro del Consejo de Derechos Humanos como un primer paso para expulsarlo de Naciones Unidas.
En su trayectoria en la ONU resalta su participación para llevar a juicios internacionales a los respon
sables del genocidio en la antigua Yugoslavia ¿Este informe representa un paso hacia ese mismo nal para las autoridades venezolanas?
La verdad es que la Corte Internacional Penal ha resultado una gran desilusión por lo menos en mi caso, que soy uno de sus promotores de su creación, cuando creamos primero el Tribunal Internacional Penal para antigua Yugoslavia que abrió paso a esta Corte Penal Internacional. Esta corte ahora en su segundo periodo, con la señora Fatou Bensouda, no ha sido capaz ni siquiera de penalizar a ninguna de las personas que han sido acusadas. Hay algo muy importante en este informe de la Misión, que va más allá de lo que Naciones Unidas hubiese dicho normalmente, que solicita primero a los países que individualmente denuncien a los responsables directos de la tragedia venezolana entre los que citan personalmente a Nicolás Maduro, al ministro de la defensa, Padrino López, a Néstor Reverol, ministro del Interior, y al sr. Cabello; los individualiza, que es la manera de presentar los casos en la Corte Penal. Y, al mismo tiempo, señalan que este informe que han preparado, que tiene 401 páginas después de miles de entrevistas, debe ser presentado y agregado al proceso que tendría que estarse activando en la Corte Penal Internacional sobre la tragedia venezolana.