Funcionarios de EE.UU. revelan reunión para derrocar a Maduro
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- Reforma
- 9 Sep 2018
- ERNESTO LONDOÑO Y NICHOLAS CASEY THE NYT NEWS SERVICE
Descarta Casa Blanca planes después de que rebeldes fueron sancionados
NUEVA YORK.- Estados Unidos discutió un posible golpe de Estado contra Nicolás Maduro.
El Gobierno de Donald Trump sostuvo reuniones secretas con militares venezolanos rebeldes para hablar sobre sus planes para derrocar al Presidente chavista, según funcionarios estadounidenses y un ex comandante militar venezolano que participaron en las conversaciones.
Los planes, sin embargo, no se concretaron debido a que varios de los conspiradores figuraban en la lista de funcionarios sancionados por corrupción por la Administración estadounidense.
Los militares venezolanos buscaron tener acceso directo con el Gobierno de Barack Obama, pero fueron rechazados, señalaron los funcionarios.
Después, en agosto del año pasado, Trump declaró que Estados Unidos tenía una “opción militar” para Venezuela, lo que animó a los oficiales rebeldes a comunicarse con Washington una vez más.
“Ahora era el Presidente quien lo decía”, señaló el ex comandante venezolano bajo condición de anonimato.
Durante una serie de reuniones secretas en el extranjero –que comenzaron el otoño pasado y continuaron este año– los militares le dijeron a la Administración estadounidense que no estaban de acuerdo con el autoritarismo de Maduro.
Entonces pidieron a Estados Unidos que les proporcionara radios cifrados, pues aseguraron que necesitaban comunicarse de manera segura, mientras desarrollaban una estrategia para instalar un Gobierno de transición liderado por el Ejército con el fin de gestionar el país hasta que pudieran convocar elecciones.
Finalmente los funcionarios estadounidenses decidieron no proporcionar el material de apoyo y los planes se vinieron abajo después de un operativo de represión en el que se detuvo a decenas de conspiradores.
En respuesta a las preguntas sobre esas conversaciones secretas, la Casa Blanca señaló mediante un comunicado que era necesario participar en un diálogo con todos los venezolanos que expresan el deseo de restablecer la democracia con el fin de aportar un cambio positivo a un país que ha sufrido mucho bajo el Gobierno de Maduro.
“Esto caerá como una bomba” en la región, comentó Mari Carmen Aponte, quien fungió como la principal diplomática en asuntos de América Latina durante los últimos meses del Gobierno de Barack Obama.
Desde hace mucho tiempo, Maduro ha justificado su autoritarismo con la afirmación de que los imperialistas de Washington están intentando destituirlo de manera activa, y las reuniones secretas podrían proporcionarle argumentos para cambiar la postura de la región que, en general, se muestra en su contra.
(Era necesario participar en un) diálogo con todos los venezolanos que expresan el deseo de restablecer la democracia (con el fin de) aportar un cambio positivo”.
