El primer intento de llevar a Venezuela ayuda humanitaria desde Colombia terminó ayer sábado en violentos enfrentamientos con la fuerza pública de Nicolás Maduro, en los pasos fronterizos, que dejaron 285 heridos y al menos dos muertos. Unos 60 militares, policías y guardias venezolanos desertaron y se pasaron a la oposición con Juan Guaidó
CÚCUTA (AP).— La operación para intentar introducir ayuda humanitaria a Venezuela se encontró ayer con la resistencia de la Guardia Nacional y la Policía Nacional, que se enfrentó con manifestantes en las inmediaciones de las fronteras con Brasil y Colombia en una jornada que dejó dos fallecidos y más de 300 heridos.
Uno de los momentos más tensos ocurrió cuando decenas de personas salvaron cajas con alimentos y medicinas de dos camiones que fueron incendiados en uno de los puentes internacionales entre Colombia y Venezuela, donde horas antes más de medio centenar de militares y policías se declararon contra el presidente Nicolás Maduro, que decidió romper relaciones diplomáticas con el gobierno colombiano por apoyar al líder de la oposición Juan Guaidó.
En una declaración en Cúcuta, Guaidó anunció que se reunirá mañana con el vicepresidente estadounidense Mike Pence en el marco de una convocatoria de emergencia de los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de Lima, que reúne a 13 países iberoamericanos y a Canadá.
Guaidó, acompañado del presidente colombiano, Iván Duque, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, declaró que en el encuentro se van a “discutir posibles” acciones diplomáticas y de cooperación para procurar la restitución de la democracia en Venezuela, luego de un día de enfrentamientos mortales con las fuerzas de seguridad que impidieron la entrada de ayuda acumulada mayoritariamente en Colombia.
Sobre los hechos de violencia ocurridos en los puentes internacionales que enlazan la ciudad colombiana de Cúcuta con territorio venezolano, Guaidó culpó a Maduro, destacando que el sábado “vimos cómo un hombre que no le duele el pueblo de Venezuela manda a quemar la comida” que necesitan los hambrientos y “vimos quemar medicinas frente a enfermos”.
“Mi responsabilidad como presidente encargado es seguir buscando esa ayuda”, agregó Guaidó.
Tras varias horas de choques, se anunció que los camiones con ayuda que fueron enviados desde Colombia volverían a la bodega de la que salieron en Cúcuta, mientras líderes opositores pidieron no ver como un fracaso la imposibilidad de llevar la ayuda humanitaria a territorio venezolano.
El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, dijo en rueda de prensa que los incidentes ocurridos en la frontera dejaron 285 lesionados, en su mayoría por gases lacrimógenos y armas no convencionales, de los cuales 255 son venezolanos y el resto colombianos.
Al menos 60 miembros de cuerpos de seguridad, incluidos militares y policías, desconocieron a Maduro y dieron su apoyo a Guaidó, de acuerdo a registros de Migración de Colombia, país al que se fueron.
Desde Caracas, el presidente de la comisión de ayu- da humanitaria de la oposición, el diputado Miguel Pizarro, dijo que el sábado no representó ninguna derrota y acusó a Maduro de elegir el “peor camino” al reprimir a la población con militares y grupos oficialistas conocidos como “colectivos”.
“Este es un esfuerzo que sigue”, dijo Pizarro en conferencia de prensa al asegurar que la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, seguirá presionando por la ayuda humanitaria.
Pero el oficialismo venezolano lo interpretó distinto. “Las caras de la derrota; no logramos sacarle una sonrisa, ni para la foto”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello.
El mensaje está acompañado de dos fotografías en las que se les ve con rostro serio a Guaidó y los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Chile, Sebastián Piñera; de Paraguay, Mario Abdó, y al secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.
El diputado opositor Pizarro denunció que un barco que viene desde Puerto Rico con ayuda humanitaria para Venezuela fue asediado en aguas del Caribe, pero no ofreció detalles. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo en un comunicado que la embarcación con ayuda recibió “amenaza directa de fuego” de naves venezolanas, y que por esa razón se ordenó que abandonara el área.
La oposición venezolana, encabezada por Guaidó, movilizó desde temprano camiones con alimentos y medicinas en algunos puntos fronterizos, y aunque hubo unos primeros reportes de que se había logrado introducir algunos cargamentos por Brasil, los vehículos se quedaron en los puntos limítrofes.
Por la tarde, dos camiones que habían entrado a territorio venezolano en la frontera con Colombia fueron incendiados, según algunos testigos por guardias nacionales, y la gente tuvo que movilizarse para intentar rescatar las cajas con la ayuda humanitaria.
Las autoridades colombianas informaron que de los tres camiones, dos retornaron a Cúcuta y un tercero aún permanecía en un puente internacional y no había podido regresar debido a que muchas personas aún se encontraban en el lugar.
Los enfrentamientos comenzaron temprano en la localidad venezolana de Ureña, fronteriza con la ciudad colombiana de Cúcuta, cuando los militares de la Guardia Nacional lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma contra la gente que intentaba llegar al puente fronterizo.