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- LA NACION
- 9 Oct 2020
- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONSAL EN EE.UU.
WASHINGTON.– Estados Unidos le dio la bienvenida a la condena por parte del gobierno de Alberto Fernández en las Naciones Unidas a las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, que marcó un alineamiento de la Argentina con el planteo de Washington y de los países que integran el Grupo de Lima, que han liderado una ofensiva regional contra el régimen de Nicolás Maduro y el chavismo en la nación caribeña.
El Gobierno respaldó una resolución en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que condenó los crímenes de lesa humanidad cometidos por el chavismo en Venezuela que fueron recopilados por el informe que elaboró la exmandataria de Chile Michelle Bachelet. La decisión profundizó una grieta en el oficialismo por la política exterior, pero permitió enviar una señal de acercamiento con Estados Unidos, cuyo respaldo es crucial para llevar a buen puerto las nuevas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Estados Unidos da la bienvenida a la decisión de la Argentina de votar a favor de condenar las violaciones de derechos humanos en Venezuela y la aprobación de la resolución del Consejo de Derechos Humanos para extender el mandato de la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU en Venezuela por dos años”, dijo un vocero del Departamento de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado ante la consulta de la nacion. “El amplio apoyo global a esta resolución es una clara condena al régimen ilegítimo de Maduro y sus violaciones de derechos humanos”, agregó.
El vocero agregó que la resolución “pide elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas, transparentes y creíbles en Venezuela” y que esas condiciones “no se pueden lograr mientras el régimen de Maduro mantenga su control ilegítimo del poder”.
El gobierno de Alberto Fernández había mostrado posturas ambivalentes respecto de Venezuela en los foros internacionales que reflejaron las divisiones y los forcejos por mantener la armonía dentro del Frente de Todos, donde conviven visiones antagónicas respecto del régimen de Maduro.
La Casa Rosada intentó abrir una “tercera vía” alineándose primero con el gobierno del mexicano Andrés Manuel López Obrador y marcando distancias con el Grupo de Lima sin ofrecer un respaldo directo al chavismo. Pero las revelaciones de violaciones de los derechos humanos en Venezuela y las propias necesidades del Gobierno de tejer un vínculo sin fricciones con Washington terminaron por llevar a Fernández a dar un giro y votar en las Naciones Unidas junto a Estados Unidos.
