Luego de que Estados Unidos impusiera fuertes sanciones a la petrolera estatal venezolana Pdvsa –un bloqueo de 7,000 millones de dólares– y traspasara el control de varias cuentas del Estado venezolano bajo su jurisdicción a Juan Guaidó, a quien reconoce como presidente legítimo de Venezuela, llegó la reacción de China y Rusia. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, denunció hoy que Estados Unidos y sus aliados buscan abiertamente el derrocamiento de Nicolás Maduro. Según China, las sanciones norteamericana dañarán a la gente corriente y complicarán la crisis.
“Nos alarma que Estados Unidos y sus aliados más próximos en relación a Venezuela, en violación de todas la normas internacionales, de hecho busquen abiertamente el derrocamiento del Gobierno legítimo de ese país latinoamericano”, acusó Lavrov, en una rueda de prensa.
El canciller ruso se refirió a la anotación “5.000 soldados a Colombia” que tenía en su libreta el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, durante la rueda de prensa en la que se anunciaron sanciones contra la compañía estatal Petróleos de Venezuela, y que fue captada por las cámaras. “Esto también da cierta idea cuando en Estados Unidos se oyen llamamientos a utilizar países vecinos de Venezuela para una intervención directa con el pretexto de una grave crisis humanitaria”, concluyó.
China advirtió ayer, a través del portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, que “las sanciones “llevarán a un deterioro de la vida de los venezolanos. La historia muestra que las injerencias externas o las sanciones sólo complicarán la situación”. China es un apoyo financiero clave del gobierno venezolano. Geng volvió a respaldar la “legitimidad” del gobierno de Maduro.