El secretario general de la OEA retrató en su discurso las realidades que afronta el pueblo venezolano: mala gestión pública, manipulación, corrupción, ausencia de derechos, crisis de salud y muerte por la falta de alimentos. “La inflación es galopante, ha llegado a 1.000.000%”. Pidió a los Estados miembros que reconozcan la existencia de una crisis debido a la inmigración masiva de venezolanos y establecer respuestas conjuntas que garanticen el acceso a la educación, la salud y la alimentación a los que han abandonado el país, “el mayor desplazamiento humano en la región en tiempos recientes”. Afirmó que él mismo se encargaría de la obtención de recursos para ayudar a los países que sirven de tránsito y acogida a los venezolanos.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, culpó al gobierno de Nicolás Maduro del éxodo masivo de venezolanos e instó a los países de la región a afrontar la crisis desde un enfoque de responsabilidad compartida.
“El colapso de este país hermano a un régimen violento nos tiene que importar a todos porque los venezolanos están en Venezuela, pero también muchos están fuera”, afirmó Almagro al comienzo de la sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo, con sede en Washington.
Almagro aseguró que “las consecuencias de la crisis en Venezuela están haciendo sufrir a los venezolanos, pero este éxodo también está afectando a varios países de la región”, que muestran solidaridad, aunque sufren limitaciones.
En su discurso, Almagro hizo un retrato de las realidades que a su juicio afronta el pueblo venezolano, como mala gestión, manipulación, corrupción, ausencia de derechos y de salud, y muerte por la falta de alimentos. “La mala gestión de la economía ha llevado a una inflación galopante, que ha llegado a 1.000.000%, algo sin precedentes. La escasez de productos básicos ha empujado a muchas personas a la pobreza y hace el día a día de los venezolanos cada vez más difícil de sobrellevar”, señaló.
El secretario general de la OEA pidió a los Estados de la región llegar a un consenso que reconozca la existencia de una crisis debido a la inmigración masiva de venezolanos, para luego poder establecer respuestas conjuntas que garanticen el acceso a la educación, la salud y la alimentación.
Los representantes de Venezuela y Nicaragua expresaron rechazo a la sesión extraordinaria del Consejo Permanente, convocada a petición de Almagro.
Al final de la reunión, Almagro informó sobre la creación de un grupo de trabajo para que elabore un informe que evalúe la crisis migratoria en todos sus ámbitos, que además incluya recomendaciones. Señaló que asimismo se encargaría de la obtención de recursos para ayudar a los países que sirven de tránsito y acogida de los venezolanos. “Es el mayor desplazamiento humano que ha visto la región en tiempos recientes”, recalcó.
El grupo estará dirigido por el ex alcalde de El Hatillo David Smolansky.
La participación. La sesión, que duró tres horas, contó con la participación de María Claudia Pulido, secretaria ejecutiva adjunta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria, que recomendaron una respuesta regional compartida para afrontar la situación.
“No podemos permanecer impávidos ante el sufrimiento de los venezolanos en su país y de los que han salido en busca de mejores condiciones de vida”, expresó Pulido.
Hizo énfasis en la necesidad de campañas educativas, “a efectos de prevenir la xenofobia que ya empieza a verse en la región”.
En la plenaria hubo 17 par-
ticipaciones de embajadores o representantes. México, Panamá, Perú, Brasil, Colombia, Paraguay, Chile, Costa Rica, Ecuador, Argentina, Canadá y Estados Unidos se manifestaron a favor de enfrentar el problema, pero no olvidar que todo se debe al deterioro de la democracia en el país.
Nicaragua, Bolivia, Uruguay, El Salvador y Venezuela tuvieron discrepancias con el bloque mayoritario y criticaron la formación de grupos que llevan proyectos de resolución fuera del ámbito del Consejo Permanente.
Andrés González Díaz, embajador de Colombia ante la OEA, subrayó que la migración es forzada y señaló que hasta la fecha 935.593 venezolanos han solicitado permanencia en esa nación.
Ana Rosa Valdivieso, embajadora de Perú en la OEA, precisó que 400.000 venezolanos han llegado a su país desde el inicio de la crisis.