Los partidos soberanistas de Cataluña no secundan el reconocimiento que veinte países de la Unión Europea hacen del opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. ERC y los comunes votaron en contra en el Parlamento europeo, y el eurodiputado del PDeCAT, Ramon Tremosa, se abstuvo. Su partido ha comunicado que es partidario de una convocatoria “inminente” de elecciones, pero sin especificar si esto pasa por reconocer a Guaidó como presidente. La CUP también se ha manifestado de forma reiterada a favor de Nicolás Maduro, a quien consideran víctima de un golpe de estado.
La Generalitat ha pasado de puntillas por la cuestión desde el ultimátum que España, Alemania, Francia y Reino Unido lanzaron contra Maduro el 26 de enero. El presidente del Govern, Quim Torra, no ha expresado todavía ninguna valoración sobre Venezuela. Desde su oficina de prensa se indica que cualquier posicionamiento tiene que ser de Alfred Bosch, el consejero de Acción Exterior. Bosch ha evitado hacer valoraciones concretas. En Venezuela hay 10.000 catalanes residiendo, según datos del Instituto de Estadística de Cataluña. Tras nueve días de silencio, preguntado por los periodistas, Bosch se limitó a decir que “como gobierno no entramos a valorar el reconocimiento de otros gobiernos sobre terceros”. Bosch sí se felicitó de que Maduro mencionara a Cataluña durante la entrevista que concedió el pasado domingo en La Sexta. El presidente venezolano dijo, refiriéndose al ultimátum europeo: “Es como si yo le digo a la UE que le doy siete días para reconocer a la república de Cataluña o, si no, tomaremos medidas”. Bosch reiteró el martes que el Govern no se posicionará porque Cataluña no es una república independiente que deba reconocer a gobiernos extranjeros. “Nosotros pedimos a Venezuela lo mismo que pedimos a todos los países: respeto de los derechos humanos, plena democracia, sin presos políticos, y procesos pacíficos”, añadió.
Maduro fue el único jefe de Estado que mostró sus simpatías por la carrera independentista unilateral, como demostró en múltiples intervenciones televisivas, como esta de julio de 2017: “¿En qué te basas, Mariano Rajoy, para decir que el intento del pueblo de Cataluña de hacer una jornada democrática, para un referéndum consultivo, es ilegal? No tengo que opinar yo ni meterme en los asuntos internos de España, ni de Cataluña, la brava Cataluña, la rebelde Cataluña, no tengo que entrar, pero tú, Mariano Rajoy, saca tus narices de Venezuela”. Tras la consulta ilegal del 1 de octubre de 2017, Maduro ha continuado denunciando la “represión horrible” del Gobierno en Cataluña. “Hay presos políticos catalanes, solo por sus ideas. Es una vergüenza que los persigan. Hago una llamada a todos los movimientos sociales del mundo a luchar contra la persecución política y contra los presos políticos en España, y a luchar por el derecho de Cataluña a la democracia, a la libertad”, dijo Maduro en 2018.
Si bien Bosch no ha explicitado apoyo alguno por Maduro, el servicio de prensa de ERC —su partido—, asegura que la opinión de la organización es la expresada por el diputado Joan Tardà. Tardà afirmó el 30 de enero en el Congreso que la estrategia del Gobierno le produce “asco” y reconoció a Maduro como jefe de Estado legítimo: “Un señor que se autoproclamó presidente en la calle, esto es legitimar un golpe de estado. Los catalanes proclamamos la república en una votación parlamentaria y somos golpistas, y resulta que este señor se autoproclama presidente en la calle y no solo no es un golpista sino que se le reconoce como presidente”. Tardà asegura que los problemas humanitarios de Venezuela están provocados por las sanciones de Estados Unidos, que la oposición venezolana no representa a la mayoría de los venezolanos y ha advertido de que la decisión de España y sus socios puede desembocar en un conflicto civil.
Tardà publicó, coincidiendo con las presidenciales venezolanas de 2018, un vídeo de apoyo a Maduro: “Espero que la construcción de una república más libre y más justa pueda seguir el camino con la victoria del presidente Maduro”.
La única formación soberanista que ha criticado al presidente venezolano es el PDeCAT. A diferencia de Torra o del expresidente Carles Puigdemont, el partido heredero de CDC emitió un comunicado en el que pedía unas nuevas elecciones por “la falta de garantías democráticas de las últimas elecciones presidenciales”. Pero el PDeCAT duda de la apuesta por Guaidó: “No hay ningún precedente de reconocimiento de un presidente que no controla el territorio”, dijo el diputado Jordi Xuclà.