ROMA.– El papa Francisco instó ayer al gobierno y la oposición de Venezuela a que lleguen “lo antes posible” a un acuerdo para poner fin a la severa crisis que golpea al país.
“Una vez más, quisiera expresar mi cercanía al amado pueblo venezolano, particularmente extenuado por la prolongada crisis”, manifestó Francisco, después de la oración del Angelus, en la Plaza San Pedro.
“Pidamos al Señor que inspire e ilumine a las partes en causa, para que puedan llegar lo antes posible a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del país y de toda la región”, agregó.
Delegados del presidente Nicolás Maduro y del opositor Juan Guaidó, reconocido como mandatario encargado por medio centenar de países, emprendieron en mayo conversaciones bajo la mediación de Noruega para intentar resolver su pugna de poder. Una nueva cita tuvo lugar esta semana en Barbados, sin perspectiva por ahora de una nueva elección presidencial, principal objetivo de la oposición.
Así, Francisco volvió a referirse a la situación en Venezuela, para la que el Vaticano reclama una “salida humanitaria a la crisis” desde fines de 2016, cuando falló su intento de ser “facilitador del diálogo” entre el gobierno y la oposición.
A inicios de julio, Francisco recibió en el Vaticano al presidente ruso, Vladimir Putin, con quien abordó la crisis en Venezuela, según comunicó la Santa Sede.
Antes, en abril, durante su bendición de Pascua, Francisco había pedido “medidas concretas” para resolver la crisis en el país.
El Vaticano ha apoyado desde el inicio de la crisis el diálogo entre las partes para revertir la situación. En este sentido, una delegación de la Santa Sede participó en junio en una reunión que se celebró en Estocolmo sobre la emergencia humanitaria en Venezuela. Sin embargo, Francisco ha recibido críticas de distintos sectores opositores de Venezuela por su postura frente a la crisis venezolana, por considerar que no es lo suficientemente crítico con Maduro.
Los obispos de ese país, en una carta abierta, pidieron un cambio de ruta, un “retorno a la Constitución” para poner fin a tanto sufrimiento de la población que de manera masiva se ven obligados a dejar su país. En la misiva, los obispos, escribieron que ese cambio de ruta “requiere la salida de aquellos que ejercitan ilegítimamente el poder y la elección, en el más breve plazo, de un nuevo presidente de la república”, supervisada por organizaciones internacionales.
“Con el pedido de hoy del Papa se renueva su atención y su cercanía con la iglesia de Venezuela y por la suerte de todo el pueblo”, afirmó ayer el director de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre, Alessandro Monteduro, que recientemente desempeñó una misión en el país.
Monteduro agregó que “egoísmos nacionales y poco concretas actividades diplomáticas por parte de las grandes potencias mundiales, contribuyeron de hecho a acentuar una realidad dramática” y que “la situación es más grave de lo que se pueda imaginar”.
Las palabras del Papa llegan después de que la alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, denunciara en un informe que el gobierno de Maduro ha puesto en pie una estrategia “orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes le critican” ayudado por la paulatina militarización de las instituciones del Estado. La investigación que abarca el período comprendido entre enero de 2018 y mayo de 2019 contabilizó 793 presos políticos.
Anteayer, Maduro felicitó a los cientos de personas que salieron a las calles para mostrar su rechazo al informe de Bachelet. “Felicito la extraordinaria movilización del pueblo heroico de Caracas, que tomó las calles con gallardía para defender dignamente la paz y la verdad de nuestra amada Venezuela. Sigamos con ese mismo espíritu de lucha, sin bajar la guardia, ni un segundo”, indicó Maduro a través de la red social Twitter.
“Recemos para que las partes puedan llegar, cuanto antes, a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del país y de la región”