LA OPERACIÓN LIBERTAD NO ES UN GOLPE DE ESTADO
mayo 1, 2019
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El régimen recurre a las armas para reprimir la insurreción

Maduro no se dejó ver durante el día y llamó en Twitter a «la máxima movilización»

  • ABC (Barcelona)
  • 1 May 2019
  • CARACAS

El régimen chavista trató ayer de poner en marcha su maquinaria represora para tratar de aplastar por la fuerza lo que consideró «un intento de golpe de Estado» en Venezuela. Mientras minimizaba el respaldo al levantamiento al que llamó a primera hora de la mañana Juan Guaidó y aseguraba que el grueso de la Fuerza Armada seguía con Nicolás Maduro en la defensa de «los principios humanistas» de la Constitución, el Gobierno ilegítimo advertía, en palabras del ministro de Defensa, Vladimir Padrino: «Si hay que usar las armas para defender esos principios, las usaremos».

Maduro –aferrado de forma ilegítima a la presidencia tras unas elecciones fraudulentas en mayo de 2018 que la mayor parte de la comunidad internacional no reconoce– no se había dejado ver a lo largo del día, al cierre de esta edición. Únicamente se hizo notar a través de su cuenta oficial en Twitter, donde publicó este mensaje: «¡Nervios de Acero! He conversado con los Comandantes de todas las REDI y ZODI del País, quienes me han manifestado su total lealtad al Pueblo, a la Constitución y a la Patria. Llamo a la máxima movilización popular para asegurar la victoria de la Paz. ¡Venceremos!». Las REDI son las Regiones Estratégicas de Defensa Integral y las ZODI, las Zonas Operativas de Defensa Integral.

Buena parte de los dirigentes chavistas que se pronunciaron ayer lo hicieron también a través de las redes sociales. Padrino, en cambio, compareció rodeado de varios altos mandos militares. «Un reducido grupo decidieron secuestrar algunos vehículos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y armamento, munición», señaló el ministro de Defensa, que calificó el pronunciamiento de «maniobra vil, burda, vulgar».

«Un golpe mediocre»

En su intervención trató de trasmitir que la normalidad reinaba en todos los cuarteles de Venezuela y que la insurrección era una acción de un pequeño grupo de militares y policías. «Se apostaron con armas de guerra, con fusiles, con ametralladoras, apuntando hacia las vías –indicó–. Es un intento de golpe de Estado, sin duda alguna, de una magnitud mediocre porque entre otras cosas el 80%, medido ya, de todos los efectivos que fueron (al levantamiento) fueron engañados». Además, aseguró que «una parte» de los oficiales de la FANB y funcionarios policiales de distintos órganos de seguridad sublevados «ya ha sido derrotada».

Padrino responsabilizó a los opositores a Maduro «de toda violencia, de toda muerte que ocurra, de todo derramamiento de sangre que ocurra a partir de este momento». «Son ustedes los que están propiciando golpes de Estado, usando a los militares», señaló. Según Padrino, a Miraflores –el palacio presidencial– «no se llega por la violencia, el que llegue a Miraflores por la violencia será derrocado por la violencia, entonces estaremos en un juego perverso». «Leales siempre, traidores nunca», gritó como conclusión.

Ayer tarde, mientras las protestas contra Maduro se sucedían en las calles de Caracas y las fuerzas del régimen reprimían con gases lacrimógenos y armas a los manifestantes, el ministro de Exteriores del régimen ilegítimo, Jorge Arreaza, aseguró en una entrevista telefónica con Efe que «el país está en total normalidad». Al mismo tiempo, señaló que en los próximos días «cualquier escenario es posible».

Antes a través de Twitter, Arreaza denunció «al mundo las acciones violentas de la oposición golpista en Venezuela». Según el canciller de Maduro, esto es «lo que apoyan y celebran algunos gobiernos de derecha en América Latina. Dicen que quieren soluciones pacíficas y a la vez apoyan a los violentos y golpistas».

Además de los cuerpos uniformados, el régimen volvió a recurrir a las bandas paramilitares para sembrar el terror en las calles y tratar de contener el levantamiento. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), reunida ayer de manera urgente para analizar la situación en Venezuela, advirtió de la «presencia de colectivos armados en las calles», por lo que hizo en Twitter un llamamiento «a la protección prioritaria a la vida, a libre manifestación y condena todas las formas de violencia».

El propio líder de uno de esos «colectivos», Valentín Santana, publicó un vídeo en las redes sociales en el que proclamaba: «Nos tocó el momento de defender la revolución por las armas». «Voy a defender mi patria, voy a de

Bandas paramilitares Los «colectivos» de civiles armados salieron en defensa del Gobierno ilegítimo venezolano

fender la revolución con esto», dijo en unas imágenes en las que aparece tocado con una boina roja y con un fusil de asalto en su mano izquierda. Concluía su mensaje con una llamada para acudir al Palacio de Miraflores a defender a Maduro.

Hasta las inmediaciones de la sede presidencial se acercó Diosdado Cabello, número dos del régimen, que, tras subirse a un camión se jactó ante cientos de simpatizantes de la retirada de los insurrectos de la base militar La Carlota. «Se tomaron selfis, se tomaron fotos, participando en un golpe de Estado abiertamente (y) cuando se dieron cuenta que la vaina no iba a funcionar se hicieron los paisas (desentendidos) y agarraron por un ladito», señaló.

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