Calificado por organizaciones de derechos humanos como “instrumento de persecución política”, el servicio de inteligencia del régimen de Nicolás Maduro comanda la ofensiva contra parlamentarios opositores acusados de participar en el fallido levantamiento militar que encabezó Juan Guaidó el 30 de abril.
Este servicio ha sido denunciado de detenciones arbitrarias, torturas e incluso homicidios.
¿Qué es el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin)? Fue creado el 1 de junio de 2010 por el presidente Hugo Chávez en reemplazo de la Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención. Chávez, fallecido en 2013, prometió que el Sebin sería “vital” contra la inseguridad.
El pasado miércoles, agentes del Sebin arrestaron de forma cinematográfica a Edgar Zambrano, vicepresidente del Parlamento de mayoría opositora, por la rebelión que el 30 de abril lideró Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países. Interceptaron su camioneta en Caracas y la remolcaron con una grúa ante su negativa a entregarse.
El 13 de enero, en un confuso incidente, funcionarios del organismo detuvieron durante una hora a Guaidó cuando se dirigía a un mitin. El líder opositor fue liberado, y Maduro dijo que los que lo arrestaron eran “traidores” y que habían protagonizado un “show mediático”.
Cuatro agentes del Sebin fueron destituidos.
El Sebin también ha estado involucrado en la detención de periodistas, tanto venezolanos como extranjeros.
Según sus estatutos, la principal atribución del Sebin es “ejecutar actividades de inteligencia y contrainteligencia para la neutralización de amenazas reales o potenciales para el Estado”. Su área de influencia abarca la lucha antidrogas y contra el crimen organizado.
Sin embargo, desde su creación “ha sido un instrumento de persecución por motivos políticos”, dijo a la AFP Gonzalo Himiob, directivo de la ONG Foro Penal, que cifra en 857 los presos políticos en Venezuela.
Durante protestas en 2014 y 2017, que dejaron unos 170 muertos, los calabozos del Sebin fueron el principal destino de manifestantes detenidos.
El edificio es de 1956 y fue pensado como un shopping, con hotel y helipuerto.
Su número de agentes es confidencial. La ONG Una Ventana a la Libertad, defensora de derechos de reclusos, estima que tiene unos 2.000 funcionarios entre personal policial y administrativo.
Documentos de la vicepresidencia, a la que está adscrito, fijaron como línea de acción del ente “garantizar la continuidad” de la “Revolución Bolivariana”.
¿QUIÉN LO DIRIGE? El mismo día de la fracasada insurrección, Maduro anunció que el general Gustavo González López —sancionado por Washington— retomaba la dirección del Sebin. Ya lo había dirigido entre 2014 y 2018.
Cristopher Figuera, quien ocupaba el cargo desde el 31 de octubre pasado, participó en la rebelión y desertó. Maduro lo tilda de “topo” de la CIA.