El hallazgo de ocho cuerpos sin vida, el domingo 8 de marzo, en la vereda Santa María de Palmarito, zona rural de Cúcuta, evidenció a nivel nacional la guerra que desde hace meses libran la guerrilla del Eln y Los Rastrojos por el control de Puer to Santander.
Según informes de Inteligencia conocidos por este diario, más de 60 guerrilleros del Eln iniciaron un proceso de expansión por toda la línea fronteriza, desde La Uchema (Villa del Rosario), con el único objetivo de arrebatarle el control de Puerto Santander y Boca de Grita (Venezuela), al grupo delincuencial organizado Los Rastrojos, amo y señor de estos territorios desde 2007.
Esta disputa ha dejado decenas de muertos que, en la mayoría de los casos no son conocidos por la opinión pública, pues los cuerpos, o quedan en territorio venezolano, o son desaparecidos.
La Opinión le cuenta en detalle qué hay detrás de esta guerra y hasta dónde podría llegar la misma.
El macabro hallazgo de ocho hombres asesinados por el Eln y cuyos cuerpos fueron arrojados en la entrada de una hacienda donde cultivan palma de cera, en la vereda Santa María, del corregimiento Palmarito (zona rural de Cúcuta), es la prueba irrefutable de que la guerra que esta guerrilla inició contra los Rastrojos y el Epl (los Pelusos), estos dos últimos unidos por el negocio del narcotráfico con carteles mexicanos, apenas empieza y promete llenar de sangre la línea fronteriza que divide a Colombia y Venezuela.
Las víctimas estaban en la mitad de una empedrada y polvorienta vía por donde solo pasan quienes viven por esa zona y los contrabandistas que a diario van y vienen de Venezuela trayendo combustible o cualquier producto para venderlo en la capital de Norte de Santander o el Catatumbo (región conformada por 11 municipios). Los cuerpos fueron apilados en dos grupos, dejando ver la violencia con la que los atacaron. Cuando las autoridades judiciales llegaron hasta el lugar, los cadáveres ya tenían 48 horas de estarse descomponiendo.
Las víctimas, según la Policía, hacían parte de los Rastrojos, grupo delincuencial organizado que está disputándose el control de por lo menos 20 kilómetros de frontera que pasan por los corregimientos San Faustino, Guaramito y Banco de Arena, además de Puerto Santander. Su asesinato habría ocurrido en uno de esos tantos enfrentamientos que se vienen registrando desde el año pasado en territorio venezolano y a los que las autoridades colombianas no le prestan atención a pesar de que líderes sociales y organizaciones defensoras de derechos humanos han hecho públicas sus solicitudes de protección para la comunidad que habita esas zonas de este lado de la frontera.
¿Por qué es la disputa? ¿Qué es lo que hace tan atractiva esa parte de la zona rural de Cúcuta para los grupos armados ilegales? ¿Quiénes están detrás de esa guerra?. Estas son algunas de las inquietudes que autoridades y comunidad en general se hacen sobre esa lucha armada que se viene librando desde hace meses sin importar a quiénes afecta. DE PATRONES A PERSEGUIDOS
Un habitante de la zona fronteriza donde se hallaron los cuerpos, y que pidió la reserva de su identidad por razones de seguridad, aseguró que el dinero que ganan Rastrojos y Pelusos (Epl) cobrando ‘vacunas’ y controlando los negocios de contrabando, drogas y armas, es tan grande, que ya le anunciaron a la comunidad que quien no esté con ellos y se rehúse a pagar, será desterrado o morirá.
“Además, nos dijeron que no quieren enterarse de que alguien le está pasando información o ayudando al Eln. Ya la guerrilla está regada por toda esta zona por la que los Rastrojos y los Pelusos también se mueven; todos los días uno ve pasar hombres fuertemente armados, pero no sabe de qué grupo son, y lo peor de todo es que ni la Policía ni el Ejército se atreven a patrullar, pues la gente los llama y lo que dicen es que les tienen prohibido venir, que solo esperan que ellos (elenos, rastrojos y pelusos) se maten entre sí”, señaló la fuente.
Añadió: “en estos momentos Rastrojos y Pelusos están tan desesperados con la llegada del Eln, que están extorsionando a todo el mundo, comerciantes, transportadores, ganaderos, arroceros, contrabandistas, y al que no pague, lo golpean y lo amenazan. Si es reincidente, lo matan y lo desaparecen”.
La fuente recordó que hasta finales de 2019 esos 20 kilómetros de frontera eran dominados totalmente por los Rastrojos y los Pelusos. “Siempre se hacía lo que ellos decían porque eran amos y señores, nadie los podía contradecir porque lo mataban”. Ahora, con la llegada del Eln, el panorama criminal cambió y los otrora patrones, hoy son los perseguidos y acorralados. TODOS POR EL CONTROL DEL PUERTO
Históricamente, el Eln ha hecho presencia en la línea fronteriza entre Venezuela y Colombia, por los lados de Palogordo y La Uchema, ‘de Juan Frío para arriba’, como yendo hacia Ragonvalia.
Sin embargo, tras el cierre fronterizo decretado por Nicolás Maduro el 19 de agosto de 2015, las economías criminales empezaron a tornarse más atractivas para los grupos armados, especialmente para el Eln, que vio una oportunidad para copar espacios que no había pisado o que estaban bajo control de otros grupos criminales. Fue así como Juan Frío y La Parada en Villa del Rosario; y El Escobal y San Faustino en Cúcuta, se volvieron objetivos de alto valor para esta guerrilla.
“El Frente Urbano Carlos Germán Velasco Villamizar, al mando de alias Julián o el Rolo, pidió apoyo al Frente Domingo Laín Sáenz que está en Arauca para empezar una expansión en dirección hacia Puerto Santander y Boca de Grita (Venezuela), que son la joya de la corona tras la que esta guerrilla realmente va”, contó una fuente del Ejército.
En esa misión de hacerse al control de Puerto Santander y Boca de Grita participan alrededor de 100 hombres del Eln, que cuentan con el apoyo de milicianos que los mantienen informados de los movimientos de la fuerza pública y los Rastrojos en la zona.
Los Rastrojos, que habían buscado una alianza con los Pelusos que permanecen en Vigilancia bajo el mando de ‘Resorte’, van a quedar atrapados en una especie de sándwich porque desde la frontera con Venezuela, pero por los lados de Tres Bocas (Tibú), vienen bajando los guerrilleros del Frente Juan Fernando Porras Martínez, quienes se unieron a la guerra que los que van subiendo desde Cúcuta tienen con este grupo.
“Alias Becerro, que es el actual cabecilla de los Rastrojos, junto a alias Páez, el Indio, Vitolo y Brayan, la va a tener muy difícil para hacerle frente a esa ofensiva que le están montando los elenos. Además, para nadie es
un secreto que la guerrilla d de la Guardia venezolana, l para los hombres de Becerr más acorralados”, contó una f esta confrontación. Puerto Santander y B final y Tres de Bocas. ese recorrido “Boca de que Gri el centro de acopio de la coca tumbo. Hasta allá están viaj México a negociar con los aún controlan el que los elen lo hicieron en tras la muerte y luego del proc las Farc con el judicial.
LO QUE Y
Entre d corregimiento tan solo media Cúcuta, tambié tamientos ent ilegales, dejand algunos cuerp este lado de la daron en territorio venezol recoger.
Y es que, según se que quitándole a los Rastroj los obligaría a replegarse ju Guaramito, Banco de Arena
Una fuente de intelig que la guerrilla del Eln inici la operación Samir y que su e doblegue a los Rastrojos y los todo el dinero que deja el coechos se concreten”.
os ilícitos.
LO MÁS RECIENTE
Una vez se calmaron los combates en la línea iza entre San Faustino y Venezuela, todo el r del Eln contra los Rastrojos y los Pelusos ladó para la frontera entre Guaramito, Puerto der y Banco de Arena, pues desde principios de un grupo de militares venezolanos, encabezado eddy Bernal, representante del gobierno de iones. s os en bandas el estado criminales Táchira, tenían atacó los sus sitios centros donde de
La guerra que durante varios días libraron toridades venezolanas contra Rastrojos y s quedó grabada en videos que circularon es sociales, donde se escuchaban disparos y ciones, y se podía ver correr de un lado para ión las personas. venezolana Esto de sucedió Boca de en Grita, la fronteriza aunque n hubo enfrentamientos en La Fría y otros ños poblados.
“Con esa acción el gobierno venezolano lo ró fue que los Rastrojos y Pelusos se vinieran lado colombiano, donde los esperaban los del ra atacarlos; por eso es que ahora ellos están ando a todo el mundo”, sostuvo un habitante ona.
Agregó: “lo que Freddy Bernal hizo fue llevarse esos guardias y militares que trabajaban con strojos y dejó bien instalados a los colectivos, s hoy son los que cobran las vacunas y manejan os negocios ilícitos para el Eln. Ahora solo se na sola vez y quien recoge está ahí sentado con dia”.
DEFENSORÍA LO HABÍA ADVERTIDO
A finales del año pasado la Defensoría del emitió una alerta temprana con carácter de ncia en la que advertían de los riesgos en los taban los pobladores de Puerto Santander. El ento habla de desaparición forzada, homicidios vos, amenazas a los civiles y riesgo para el io de los derechos humanos.
Además, el informe resalta que la crisis huria no necesariamente se refleja en las cifras s. “Hay un silenciamiento de hechos como la rición forzada, el reclutamiento y utilización os, niñas y adolescentes y la violencia sexual, tros, que no se denuncian pero que suceden a cala en el municipio, así como la sevicia con la tos crímenes ocurren. Esto genera una honda pación en la Defensoría del Pueblo frente a la de las instituciones del Estado encargadas de contra estos fenómenos de violencia”. Líneas más adelante, la entidad vaticina el conue estaba por venir: “esto teniendo en cuenta nario que se prevé por nuevas confrontaciones os Rastrojos -unidos con Los Pelusos- y el Eln propiciará la consumación de otras graves vios a los derechos humanos así como infracciones . Se llama la atención de manera urgente para tomen todas las medidas a fin de prevenir que echos se concreten”.