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LA REFORMA fiscal, que entró en vigor en enero de este año en Estados Unidos, cumplirá con su objetivo de generar nuevos empleos de tiempo completo. Sin embargo, hacia sus últimos años de vigencia, la creación de estos puestos de trabajo caerá.
De acuerdo con un análisis de la think tank Tax Foundation, desde el primer año de implementación de dicha reforma se generará un mayor número de empleos, los cuales irán incrementando en los siguientes años pero, en el penúltimo, la cifra podría caer.
Explicó que del 2018 al 2025, Estados Unidos podrá observar un crecimiento en los empleos de tiempo completo. En este sentido, en el 2025 el país norteamericano observará el mayor número de nuevas plazas.
“Para el 2025, la nación, en su conjunto, esperaría 1.44 millones de nuevos empleos. Sin embargo, debido a que muchas de las disposiciones de la reforma fiscal expiran ese año, la cifra de empleos de tiempo completo comenzará a disminuir, cayendo a 1.22 millones de nuevos puestos de trabajo para el 2027”, refirió.
Cabe destacar que la reforma fiscal de Estados Unidos, que fue impulsada desde campaña por el presidente Donald Trump, tiene una proyección de 10 años, y algunas de sus disposiciones vencen antes de ese plazo, mientras que otras se quedan, como lo es el recorte de la tasa del Impuesto sobre la Renta (ISR) a empresas.
Cuando algunas de las disposiciones acaben, como el recorte de los tramos del ISR a personas físicas, el estudio estima que la reforma fiscal genere en su último año 339,000 empleos de tiempo completo.
“Estos resultados reflejan el efecto final del plan impositivo después de que todos los efectos económicos se produzcan y que las disposiciones individuales se eliminen gradualmente”, explicó Tax Foundation.
No obstante, refieren que, de hacer permanentes las disposiciones sobre el ISR a personas físicas, se revertiría esta tendencia, lo que resultaría en un aumento de empleos al largo plazo.
MÁS EMPLEOS, MÁS PIB
Entre los cambios que vienen en la reforma fiscal, uno de los más significativos es la reducción de la tasa, del último tramo, de ISR a personas físicas, la cual pasó de 39.6 a 37%; sin embargo, este cambio caducará en el 2025.
Además, la reforma duplicó la deducción estándar para las personas físicas, mientras que la exención personal fue eliminada, pero el crédito tributario por hijos se duplicó. Asimismo, se limitó tanto la deducción fiscal estatal y local.
Con estos cambios se busca reducir la tasa impositiva sobre el trabajo y empujar a los contribuyentes a elegir la deducción estándar, además de simplificar la presentación del pago de impuestos.
“Sin embargo, está previsto que todas estas disposiciones expiren en el 2025. En este sentido, los hogares estadounidenses verán tasas de impuestos más altas y un sistema de presentación más complicado cuando presenten sus impuestos en el 2026”, explicó.
Si se extendieran estas disposiciones otros tres años más, Tax Foundation estimó que se tendría un impacto pequeño, pero positivo en la economía de Estados Unidos en el periodo de 10 años que proyecta la reforma fiscal.
De extenderse estas disposiciones, no sólo se le seguiría simplificando el pago de impuestos a los contribuyentes, sino que el Producto Interno Bruto (PIB) a largo plazo aumentaría en 2.2%, mientras que los salarios crecerían en 0.9% y se agregarían hasta 1.5 millones de empleos de tiempo completo.
