En las estaciones de servicio de San Antonio y Ureña no se han aplicado las medidas de abastecimiento de gasolina por medio del carné de la patria, y el precio del combustible sigue siendo en bolívares fuertes. El mecanismo que fue anunciado por el presidente Nicolás Maduro como una herramienta para combatir el contrabando de la gasolina hacia Colombia aún no llega a la frontera.
En ninguna de las diez estaciones de servicio instaladas en los municipios fronterizos de San Antonio y Ureña se inició el abastecimiento de combustible mediante el carnet de la patria, medida anunciada por el presidente Nicolás Maduro como mecanismo para combatir el contrabando.
Fuentes militares confirmaron a La Opinión que aunque los dispositivos llegaron a la frontera el domingo en la noche, no pudieron ser instalados ni activados por fallas en el sistema. El nuevo sistema requiere un eficiente servicio de internet para su adecuado funcionamiento, por lo que las únicas tres estaciones activas en estos municipios están surtiendo a los precios que rigen desde antes de la reconversión y con el mismo sistema de chip que impera en Táchira desde 2013.
Usuarios manifiestaron que hicieron filas desde el domingo y pernoctar en en sus vehículos, esperando poder abastecer de combustibles sus vehículos, sin ninguna información de costos o sistemas de suministro.
En estos municipios de frontera sólo se recibe combustible una o dos veces por semana.
Yosman Rodríguez, habitante de San Antonio, dijo que ha habido mucha desinformación sobre la implementación del nuevo sistema de venta de combustible para la frontera.
Las autoridades militares señalaron que la única fuente autorizada para hablar sobre el tema es el presidente Nicolás Maduro.
Aunque desde el gobierno central no se ha oficializado el nuevo precio del combustible, entre militares y propietarios de estaciones de servicio manejan información extraoficial de que las nuevas tarifas pueden oscilar entre los 10 y los 15 soberanos.
“Aquí toda la vida ha existido el contrabando en la frontera y así pongan el precio como lo pongan, eso nunca se va a acabar”, dijo José Molina, un conductor de 56 años que vive en Ureña.
Rafael* quien vive del contrabando de combustible recalcó que, “supongamos que la gasolina queda a 15 soberanos, un tanque de 40 litros costaría 600 soberanos. Una pimpina de 20 litros saldría en 300 soberanos y su valor actual en el mercado negro es de 25 mil pesos, que al cambio serían unos 1.500 soberanos”.
*Nombre cambiado para proteger la identidad de la fuente.