Washington— La administración Trump está planeando enviar por lo menos 800 soldados en activo a la frontera Sur por instrucciones de un presidente que ha tratado de transformar los temores acerca de la inmigración en ganancias electorales en las elecciones de medio término, mientras una caravana de miles de migrantes intenta cruzar por México.
El secretario de la Defensa, Jim Mattis, espera firmar una orden para enviar las tropas a la frontera, aumentando el número de fuerzas de la Guardia Nacional que ya están allí, según dio a conocer un funcionario ayer jueves.
Esa acción ocurre en un momento en que el presidente Donald Trump ha pasado los últimos días llamando la atención hacia la caravana de centroamericanos que lentamente están caminando desde el Sur de México, aunque aún los separan del suelo estadounidense más de mil millas.
Washington— Trump, quien hizo del temor acerca de los inmigrantes un tema en su campaña del 2016, ha estado ansioso por retomarlo para las elecciones de medio término –el 6 de noviembre–, que determinarán el control del Congreso.
El presidente y funcionarios de alto rango de la Casa Blanca han creído desde hace tiempo que el tema es clave para hacer que su base de simpatizantes acuda a las urnas.
Las tropas adicionales podrían aportar una logística y otro apoyo a la Patrulla Fronteriza, según comentó un funcionario de Estados Unidos, quien habló de manera anónima para discutir un plan que no ha sido finalizado ni anunciado formalmente.
No es inusual que la Guardia Nacional ayude en la seguridad fronteriza. Sin embargo, las tropas en activo, son desplegadas en raras ocasiones dentro de Estados Unidos, excepto en emergencias domésticas como huracanes e inundaciones.
Reaviva temores
Temores sobre la militarización de la frontera fueron avivados por un incidente ocurrido en mayo de 1997 en el que un marino, en una misión antinarcóticos, mató a un adolescente de 18 años que estaba pastoreando cabras en Redford, Texas.
Las tropas que serían enviadas por instrucciones de Trump no estarían en una misión de seguridad ni armados. Podrían ayudar a la Patrulla Fronteriza a proporcionarles cosas como vehículos, tiendas de campaña y equipo.
Ya han sido desplegados unos 2 mil integrantes de la Guardia Nacional a ese lugar, según un previo arreglo con el Pentágono.
Trump ha utilizado en esta temporada electoral el tema de la caravana para impulsar sus advertencias de que Estados Unidos está siendo infiltrado por inmigrantes ilegales que “se están introduciendo por la frontera”, a quienes ha pintado con una brocha siniestra.
Ha dicho, sin una aparente base que los “del Medio Oriente” están en ese grupo. En mítines y en Twitter, Trump ha tratado de mostrar que los demócratas están a favor de una inmigración ilegal, incluso afirmando sin ninguna evidencia, que los demócratas organizaron la caravana.
Este jueves, publicó un tuit que dice “los demócratas inspiraron leyes que nos dificultan detener a personas en la frontera” y dijo que estaba usando al Ejército para responder a lo que catalogó como una “emergencia nacional”.
Creciente caravana
Los migrantes de esta creciente caravana –que en cierto momento Estados Unidos estimó que son más de 7 mil personas– esperan llegar a EU. La mayoría son hondureños que tratan de escapar de la pobreza y la violencia e incluyen a familias con niños.
La caravana aumentó de manera dramática inmediatamente después de cruzar la frontera mexicana el 19 de octubre, aunque la enfermedad, temor y acoso policiaco han disminuido ese número.
Este jueves Trump publicó un tuit con un mensaje directo a los migrantes, urgiéndolos a regresar a su casa.
“Todos los que vienen en la caravana, deben regresar”, escribió. “No estamos permitiendo que las personas ingresen ilegalmente a Estados Unidos. Regresen a su país y si desean, soliciten la ciudadanía como millones lo están haciendo!”.
Desconectados
Mayormente, los migrantes han estado desconectados de las noticias acerca de ellos. Cuando les preguntaron acerca de los tuits de Trump, generalmente han respondido que debería dejar de atacarlos y aseguraron que seguirán su camino hacia el Norte.
Candy Guillermo, una migrante de 37 años, que forma parte de la caravana y quien escuchó acerca del plan de desplegar tropas, se sorprendió al saber que ella y sus hijos puedan ser considerados como una amenaza.
“Trump debería ser más humanitario”, dijo. “Sólo queremos darles a nuestros hijos un mejor futuro”.
Los migrantes que lleguen a la frontera de Estados Unidos pueden solicitar el asilo de acuerdo a ese país y a la ley internacional. Los que aprueban una revisión inicial son liberados usualmente hasta que sus casos sean decididos en una corte de inmigración, lo cual puede tomar varios años.
Estados Unidos tenía 331 mil 700 solicitudes de asilo en el 2017, más que cualquier otro país en el mundo, de acuerdo a la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas.
Eso es casi el doble de las solicitudes de asilo que registró en el 2015 y casi cuadruplica las solicitudes del 2013.
Guardia Nacional
Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional a principios de este año para responder a un aumento en los cruces ilegales. Esas tropas están bajo el control de los gobiernos estatales y su apoyo se limita a proporcionar vigilancia.
El despliegue planeado de tropas en activo es una respuesta a la solicitud del Departamento de Seguridad Interior, que está a cargo de la Patrulla Fronteriza, según reveló un oficial estadounidense.
Seguridad Interior solicitó ayuda de varias formas, dijo el oficial, incluyendo la transportación aérea y otra asistencia logística. No está claro por qué las fuerzas en activo fueron solicitadas debido a que las tropas de la Guardia Nacional pueden llevar a cabo las mismas funciones. (Associated Press)