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Finalmente libre Inmigrante venezolana obtiene su asilo después de permanecer cinco meses detenida en Adelanto, California

  • El Diario
  • 6 May 2019
  • LOS ÁNGELES

Marines Nava llegó a la Corte de Migración de Adelanto súper nerviosa, sentía que el corazón se le iba a salir pero cuando 45 minutos después de la audiencia, el juez le autorizó el asilo político, agarró fuertemente la mano de su abogado y se soltó a llorar de la alegría.

“Me puse súper contenta. Aunque a la vez estoy triste porque durante el tiempo que estuve encerrada en Adelanto, mi abuela materna falleció y no me dijeron nada hasta que salí”, dice.

Marines, de 27 años, fue liberada del Centro de Detención de Adelanto hace una semana, el 24 de abril. El mismo día que el juez le autorizó el asilo.

“Cuando el juez me concedió el asilo, me dijo que era para evitar que mi vida fuera puesta en peligro si regresaba a Venezuela”, comenta.

Marines salió de su país el 10 de octubre por el lado de Colombia. El 30 de octubre fue detenida por los agentes de migración cuando intentó cruzar la frontera sur de Estados Unidos en San Isidro.

“Yo traté de entrar con una mica falsa”, recuerda. A consecuencia de ello, fue arrestada y se le mantuvo siete días en las celdas para inmigrantes, conocidas como “hieleras”, por sus temperaturas congelantes.

“De ahí me llevaron a un centro de detención en Arizona por seis días y luego a Adelanto donde estuve cinco meses”, puntualiza.

Al salir se reunió con su novio Rafael Mavares, también venezolano quien lleva viviendo en Los Ángeles un par de años. También tiene un tío que salió huyendo de Venezuela.

Cuenta que durante los meses que pasó en Adelanto, vivió muchos momentos de depresión y miedo.

“A pesar de la discriminación que se vive ahí y de que la comida es pésima, yo sabía que no podía volver a Venezuela. Tenía mucho miedo que me fueran a deportar. Pero me daba mucho ánimo ver la fortaleza de las madres que tienen hijos y están ahí encerradas”, dice.

En su país, Marines estudió para contadora pública y a partir de 2014 se hizo activista en contra del gobierno venezolano.

“En nuestro país se vive una situación muy fea. No se respetan los derechos humanos. La dictadura no acepta las opiniones diferentes. No hay condiciones para expresarse y llevar una vida digna”, dice.

Agrega que durante las manifestaciones, los Colectivos o paramilitares llegan a dispersarlos y a matar. “Uno se siente con mucha impotencia, rabia y reprimido”, externa.

Agrega que cuando empezó a recibir amenazas de extorsión en el mini súper que ella y una amiga tenían juntas, y se dieron cuenta que no tenían otra opción más que cerrar el negocio, decidió salir de Venezuela. Su novio y su tío ya estaban en Estados Unidos, y eso le dio fuerzas.

“Tuve que dejar a mi mamá. Eso me dolió mucho en la situación que se encuentra el país. A veces pasan días sin electricidad”, platica.

Al preguntarle sobre un nuevo informe del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) que responsabiliza a Estados Unidos de la muerte de más de 40,000 personas en Venezuela, y la reducción de alimentos y medicinas, Marines y su novio Rafael le restaron credibilidad al informe.

Señalaron que son estudios auspiciados por el gobierno del presidente Maduro.

“Es su arma de defensa. Las tierras que han expropiado las tienen paradas. Nada sirve. No invierten”, se quejaron.

Y agregaron que ellos aprueban la intervención de Estados Unidos ya que consideran que Venezuela ya está invadida por rusos, chinos y cubanos.

“Los militares de alto rango son cubanos. El gobierno de Maduro no va a soltar las armas si no es la fuerza”, considera Rafael.

Señala que la realidad es que Venezuela está llena de carencias y no hay democracia. “Los niños ya no quieren ir a clases porque los maestros no van. En las manifestaciones a favor de Maduro se ve mucha gente porque los trabajadores públicos son obligados a asistir», subraya.

Una vez en libertad, Marines dice que todo lo que anhela es tener un mejor futuro. “Quiero aprender inglés, revalidar mis estudios y ponerme a trabajar para ayudar a mi madre”.

El CEPR pidió aclarar que ellos no reciben o la institución ha recibido dinero del Gobierno de Venezuela para producir reportes de investigación a su favor. Consideraron que tales señalamientos son falsos y llevan la intención clara de difamar.

“Hemos establecido en nuestra página y, públicamente en múltiples ocasiones, que no recibimos ni hemos recibido financiamiento del Gobierno de Venezuela o de cualquier gobierno extranjero. La información so

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