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- 7 Aug 2020
El fabricante estadounidense de vidrio O-I Glass Inc está tratando de apoderarse de un petrolero propiedad de Venezuela para recolectar parte de un premio de arbitraje de US $ 500 millones que ganó después de la expropiación de 2010 de dos plantas de fabricación, según una citación presentada ante un tribunal de Singapur visto por Reuters.
El intento es una nueva amenaza contra la flota de petroleros de la compañía petrolera estatal venezolana Petroleos de Venezuela en un momento en que las sanciones estadounidenses a la empresa están dificultando que la compañía conocida como PDVSA reserve barcos para transportar su crudo.
La falta de petroleros disponibles ha contribuido a un colapso en las exportaciones de petróleo de Venezuela a menos de 400,000 barriles por día (bpd), por debajo de alrededor de 1.5 millones de bpd antes de que Washington impusiera las sanciones en un esfuerzo por expulsar al presidente socialista Nicolás Maduro. Las exportaciones se encuentran en el nivel más bajo en más de siete décadas para la nación de la OPEP afectada por la crisis.
Con Washington aumentando la presión, el uso de su propia flota interna de buques cisterna es una de las pocas opciones que le quedan a PDVSA para exportar su crudo, y una pérdida de cualquiera de esos buques lo haría más difícil.
La demanda de Singapur presentada por O-I Glass, anteriormente conocida como Owens-illinois Inc, también destaca los riesgos para los activos de PDVSA en todo el mundo de los acreedores que buscan cobrar deudas impagas o laudos arbitrales, que han aumentado a medida que la economía de Venezuela se ha derrumbado bajo Maduro.
En la citación ante el tribunal de Singapur, fechada el 4 de junio, O-I Glass afirmó que tenía derecho a acciones de Ayacucho Shipping Pte Ltd, una compañía con sede en Singapur que era el vehículo a través del cual la filial marítima de PDVSA, PDV Marina, y la china Petrochina copropiedad del buque llamado Ayacucho.
Liquidación
El buque era uno de los cuatro que las dos compañías poseían conjuntamente a través de su empresa conjunta de Singapur CV Shipping. CV Shipping comenzó un proceso de liquidación administrado por el tribunal en febrero, según una entrada en el boletín del gobierno de Singapur.
La autoridad marítima estatal de Venezuela INEA se convirtió en el propietario de Ayacucho en mayo y cambió el nombre del buque a Maximo Gorki, según la base de datos de transporte marítimo Equasis y Refinitiv Eikon.
No estaba claro si la transferencia de la propiedad del petrolero a INEA afectaría los intentos de O-I Glass de tomar el control del buque.
Una audiencia en el caso está programada para el 7 de agosto, según el
Sitio web de la Corte Suprema de Singapur.
Ni O-I ni PDVSA respondieron a las solicitudes de comentarios. Petrochina no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
A excepción de los viajes cortos a Cuba, la mayor parte de la flota de petroleros de PDVSA se ha quedado en aguas venezolanas en los últimos años, ya que las deudas de acumulación y las sanciones estadounidenses han dejado a muchos buques sin operadores, seguro o la clasificación necesaria para navegar por aguas internacionales.
El Maximo Gorki ha estado en aguas venezolanas desde 2018, y PDVSA lo ha utilizado este año como almacenamiento flotante, según datos de envío de Refinitiv Eikon.
En julio, el buque se reponía con crudo venezolano para alcanzar su máxima capacidad, de acuerdo con los calendarios de carga de PDVSA, vistos por Reuters.
La compañía ahora planea enviarlo a un astillero chino para su mantenimiento y descargar los dos millones de barriles de crudo pesado que tiene, aunque aún está por alinear a un cliente, según dos personas familiarizadas con el asunto.
El barco vale alrededor de $ 24 millones, según las valoraciones de mercado de buques similares construidos el mismo año, dijo una de las fuentes. Reuters no pudo confirmar la valoración.
