Si la oposición venezolana busca un levantamiento popular contra el chavismo, parece estar más lejos que nunca de lograrlo. La huelga general convocada ayer por tres partidos contra las recientes medidas económicas del presidente Nicolás Maduro no logró paralizar el país. El oficialismo respondió al paro organizando una manifestación de apoyo al Gobierno en Caracas.
La huelga pretendía paralizar el país un día después de que el lunes –no laborable– entrara en circulación la nueva moneda, el bolívar soberano, restando cinco ceros al extinto bolívar fuerte. El Banco Central oficializó ayer la devaluación del 95,8%, después de que la tasa oficial de cambio con respecto al dólar pasara de 2,49 a 60 bolívares soberanos como consecuencia de la reciente unificación cambiaria en que la divisa estadounidense multiplicó 24 veces su valor.
A pesar de que los medios antichavistas trataban de mostrar calles vacías y comercios cerrados, los propios dirigentes opositores reconocieron implícitamente el poco seguimiento. “Espero que en las próximas acciones que realicemos se incorporen los mayores sectores representativos de todo el país”, declaró Andrés Velásquez, líder de La Causa Radical, uno de los tres partidos que convocaron la huelga, junto a Voluntad Popular y Primero Justicia. Velásquez cuantificó en un 60% el nivel de paralización.
Estos tres partidos forman parte de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la agonizante coalición opositora que está cediendo el protagonismo antichavista en favor del Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL), plataforma creada en marzo pasado para oponerse a las cuestionadas elecciones que en mayo supusieron la reelección de Maduro. El FAVL apoyó la huelga pero, sin embargo, la patronal Fedecámaras se desmarcó de la convocatoria. El seguimiento fue parcial, dependiendo de la ciudad o el barrio de Caracas, aunque en muchos casos la caída de la actividad se debió a que muchas empresas y comercios no abrieron sus puertas ante la incertidumbre por la implantación de la nueva moneda y los nuevos precios.
El heterogéneo FAVL, que agrupa a políticos –incluidos chavistas disidentes–, líderes religiosos y otros miembros de la sociedad civil, no escondió sus intenciones de insistir en un levantamiento popular de carácter indefinido para derrocar al chavismo. En un comunicado, el Frente manifestó la “convicción de que la protesta no violenta y constitucional debe ser revigorizada y retomada, y que acciones en este marco servirán de punto de encuentro
El Banco Central oficializó ayer la devaluación del 95,8%, y una nueva tasa de conversión con el dólar
entre los sectores de la sociedad, el pueblo y los partidos políticos, para motorizar en Venezuela el rescate de la democracia y la libertad”.
La hiperinflación actual llegará a 1.000.000% a final de año, mucho más de la que había en 1989 cuando la crisis también era insostenible y se produjo el caracazo, levantamiento popular contra los recortes del presidente Carlos Andrés Pérez que oficialmente dejó 276 muertos y extraoficialmente hasta 3.000 desaparecidos. El caracazo fue el germen que daría origen al intento de golpe de Hugo Chávez en 1992.