Aviso a todos aquellos que están dudando entre llenar su depósito de combustible o esperar: háganlo, mejor hoy que mañana. Y es que la invasión de Ucrania por las tropas de Putin va a sostener los precios del petróleo en el entorno de los 100 dólares el barril y podría incluso dejar en nada el escenario máximo contemplado por los analistas petroleros para este año de 120 dólares. «Con el petróleo cerca de los 100 dólares el barril, el precio de los combustibles se van a incrementar entre los 7-8 céntimos el litro. Lo vamos a notar dentro de nada, porque con el cambio de mes se actualizan las variaciones de precios de los combustibles en las gasolineras. Siempre es así, cuando hay subidas fuertes, el impacto completo de las variaciones llega con el cambio de mes», advierte en conversación con LA RAZÓN Manuel Santiago, un empresario jienense, ingeniero de Telecomunicaciones, fundador de Petroprix, un red de 150 gasolineras «low cost»: sin empleados, sin tienda, ni autolavado y en la que se reposta en dos minutos y medio a un precio inferior. «Mucha gente va a empezar a pagar 100 euros por llenar el depósito, que es una barbaridad. Para que ese precio a 100 euros sea una realidad generalizada para los depósitos medios de un automóvil, con unos 50 litros, nos tendríamos que ir a unos precios de 120 dólares el barril de Brent. Está a la vuelta de la esquina», explica Santiago, que abre entre 20 y 30 gasolineras al año desde que fundara en 2013 Petroprix y acumula un 1% de cuota de mercado, lo que le llevó a figurar entre las mayores compañías europeas en expansión en el listado de «Financial Times».
¿Estamos ya en ese escenario? La evolución de los precios del crudo del Mar del Norte, el de referencia en Europa, nos indican que el rango de los 100 dólares el barril puede estar bastante más cerca de ser una realidad que el de los 64 dólares pronosticado por el
El sobrecoste energético para España se mueve entre los 10.000 y los 25.000 millones
Gobierno de Pedro Sánchez en el cuadro macroeconómico con el que se elaboraron los Presupuestos Generales del Estado para 2022. La distorsión es evidente y saldrá muy cara en la adquisición de crudo: entre 10.000 y 25.000 millones más, dependiendo del precio medio final y del volumen importado. España importó en 2021 productos energéticos por importe de 46.575 millones, un 5% más que en 2019 y pese a la penetración de las renovables.
El año previo a la pandemia, España importó productos energéticos por valor de 44.396 millones. El saldo es de una cuenta superior en unos 2.000 millones de euros pese a importar menos crudo y menos gas como consecuencia de la subida de precios de 2021. Y es que, en solo dos años, el precio del petróleo ha pasado de 20 a los 100 dólares. España importó 56,2 millones de toneladas de petróleo el año pasado, un 2,4% más que en 2020, pero un 15,23% menos que en 2019 (66,30 millones). En 2021, pagamos 33.700 millones por los 35.000 de 2019. Importamos un 15% menos de crudo, pero la factura solo menguó un 3,7%.
La situación es similar respecto al gas natural. En 2019, España importó 418.307 gigavatios hora de gas, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos de España (Cores) con una factura de 7.552 millones, según Industria. En 2021, las importaciones se redujeron a 415.569 GWh, pero la factura se elevó notablemente, un 27%, hasta los 9.600 millones.
El saldo es de cinco millones a la hora de gasto en gas y petróleo de acuerdo al saldo de importaciones y factura de las mismas de 2021.
¿A dónde va ese dinero? Pues aunque Rusia solo representa un 4,6% del total de las importaciones, 2,5 millones de toneladas en 2021, resulta que las importaciones desde Rusia se incrementaron el pasado año nada menos que un 162%. Por tanto, cada vez que llenamos el depósito a los precios actuales más se llenan los bolsillos en Nigeria, México o Libia –nuestros principales exportadores– pero también
Putin, a quien be- neficia la tensión
en los mercados de materias primas. «Las sanciones a Rusia han sido suaves por ahora porque no interesa tensionar más los mercados. Rusia tiene un 8,4% de cuota mundial en la exportación de petróleo y el monopolio del gas natural en Europa del Este. No se trata tanto del precio sino de que hay escasas alternativas porque Rusia tiene cuotas relevantes en los mercados de materias primas. Por ejemplo, controla el 50% del paladio mundial. De hecho, ganan más cuanto más crezcan los precios», añade Santiago, quien admite que los consumidores españoles ya están aprovisionándose. «El jueves tuvimos récord de ventas en nuestra red de estaciones», asegura.
Pero con esta situación no solo ganan los exportadores, Putin incluido, sino Hacienda, que recauda más que nunca. Y es que, ya que la gasolinas están más caras que la Coca-Cola, aquí va la fórmula que expenden los surtidores: el coste de la materia prima equivale a entre un 30-35% de la factura, los costes de distribución y los márgenes de beneficio comprenden apenas un 15% y los impuestos se llevan la mayoría de la tarta, entre un 5055%, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos. Así pues, como casi siempre, Hacienda siempre gana.
De momento, la última referencia nos indican que llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora en torno a 87,5 euros, unos 17,8 euros más que hace un año, mientras que en el caso de repostar con gasóleo asciende a unos 81,34 euros, unos 18,1 euros más que en 2021.