Estados Unidos aseguró en la madrugada de ayer que “por ahora” no está manteniendo contactos ni poniendo en marcha ningún plan para importar petróleo de Venezuela y confirmó que ha hablado con Colombia para que aumente su suministro de crudo a nivel global. “No es algo sobre lo que estemos conversando de forma activa por ahora”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Psaki respondió así a la pregunta de si está descartada la posibilidad de que Estados Unidos relaje sus sanciones petroleras a Venezuela para poder importar más crudo de ese país, una idea que la Casa Blanca se había planteado para estabilizar los precios del petróleo. Esa posibilidad despertó críticas de varios legisladores de ambos partidos en Estados Unidos y también inquietud en aliados de Washington, como el presidente de Colombia, Iván Duque.
Después de reunirse el pasado jueves con el presidente estadounidense, Joe Biden, Duque reveló que le había ofrecido a Biden el suministro de más petróleo colombiano para estabilizar los precios de la energía, como alternativa al crudo venezolano. Preguntada al respecto, Psaki confirmó que Biden habló de ese tema con Duque en el contexto de la “seguridad energética global”.