La crisis venezolana se debate hoy fuera de las fronteras del país sudamericano, con Estados Unidos y Rusia enfrentándose en un intrincado debate en el Consejo de Seguridad de la ONU y con la Unión Europea (UE) abandonando el letargo por una postura mesurada.
Washington y Moscú mostraron sus diferencias durante una sesión del Consejo de Seguridad para analizar la situación de Venezuela, tras el estallido de violencia de esta semana luego de que el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, fuera proclamado presidente encargado y declarara que el presidente Nicolás Maduro está usurpando la presidencia.
Rusia, que al igual que China tiene derecho a veto en el Consejo de Seguridad y considera que Maduro es el presidente legítimo de Venezuela, denunció el “quebrantamiento del derecho internacional” y un intento de “orquestar un golpe de Estado” en la nación caribeña.
El representante ruso ante el organismo, Vassily Nebenzia, expresó su rechazo a discutir en el ámbito del Consejo de Seguridad la situación del país sudamericano porque es una cuestión interna que no supone “ninguna amenaza para la paz y la seguridad”.
Sin embargo, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, matizó que el pueblo venezolano “se muere de hambre” y que por eso es necesario sacar a Maduro del poder, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
“Tenemos un nuevo presidente en Venezuela, Juan Guaidó, que prometió celebrar elecciones y devolver el orden constitucional”, aseveró Pompeo.
Pese a la marcada disparidad, la subsecretaria General de la ONU para Asuntos Políticos y de Construcción de la Paz, Rosemary DiCarlo, defendió la necesidad de entablar un diálogo político como vía para poner fin a la crisis en Venezuela.
“Debemos intentar ayudar para que haya una solución política que permita a los ciudadanos del país disfrutar de la paz, la prosperidad y todos sus derechos humanos”, apuntó.
La funcionaria reconoció que la situación es “difícil” por su doble dimensión política y económica. “Casi la totalidad de los 30 millones de venezolanos están afectados por la hiperinflación y el hundimiento de los salarios reales, escasez alimentaria, de medicina y otros suministros básicos; deterioro de los servicios de sanidad y educación; deterioro de las infraestructuras básicas de agua, electricidad, transporte y servicios urbanos”, señaló.
Más presión
La presión sobre Maduro crece a ambos lados del Atlántico.
Tras varios días en silencio, la Unión Europea (UE) emitió ayer un comunicado en el que pide llamar a elecciones “en los próximos días” y dejó abierta la posibilidad de reconocer el liderazgo de Guaidó, aunque sin nombrarlo. “En ausencia de un anuncio (…) de nuevas elecciones con las garantías necesarias en los próximos días, la UE tomará otras medidas, incluso sobre el tema del reconocimiento del liderazgo del país en línea con el artículo 233 de la Constitución venezolana”, sostiene una nota firmada por la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
El comunicado llega horas después de que Alemania, Francia, Portugal, el Reino Unido y España anunciaran al mismo tiempo, por canales separados, que daban a Maduro “ocho días” para convocar a elecciones antes de reconocer el liderazgo del presidente de la Asamblea Nacional.
El primero en hablar fue el presi- dente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien afirmó que “si en ocho días no hay convocatoria de elecciones justas, libres, transparentes y democráticas, España reconocerá a Guaidó como presidente de Venezuela”.
Lo siguió Macron, con un tuit en el que señaló que “el pueblo venezolano debe poder decidir libremente su futuro” y advirtió que si no se anuncian elecciones, podrían reconocer al actual “presidente encargado”. Guaidó agradeció por Twitter “el compromiso y las palabras” de los líderes europeos.
En tanto, el gobierno de Nicolás Maduro rechazó de manera tajante el emplazamiento de los gobiernos europeos.
“¿Europa dándonos ocho días de qué?”, preguntó el canciller venezolano, Jorge Arreaza, ante el Consejo de Seguridad, y agregó: “¿De dónde sacan que tienen potestad alguna para darnos ultimátums?”, según reportó la agencia de noticias EFE.
Arreaza acusó a Estados Unidos de “grosera intervención” y de “injerencia” en Venezuela, y agregó que Washington “no está detrás del golpe de Estado, está a la vanguardia, da y dicta las órdenes no sólo a la oposición venezolana sino a los estados satélite”.