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diciembre 20, 2022- BusinessMirror
- 20 Dec 2022
LAS tasas de interés más altas en 15 años están retrasando los sueños de vivienda, congelando los planes de negocios y obligando a muchos estadounidenses a aceptar términos de préstamos que habrían sido inimaginables hace solo nueve meses.
Sobre todo, el aumento de los costos de los préstamos está castigando a los pobres en efectivo. Y está a punto de empeorar a medida que la Reserva Federal continúe con su campaña antiinflacionaria y siga subiendo las tasas el próximo año.
«Los consumidores que no pudieron llegar a fin de mes se están cavando un agujero cada vez más profundo con las tasas de interés más altas», dijo Philip Cornell, economista del Instituto Ludwig para la Prosperidad Económica Compartida, que se centra en la investigación sobre familias de ingresos medios y bajos.
A medida que el ciclo de alza de tasas de interés más agresivo de la Fed en una generación se filtra a través de la economía de los Estados Unidos, la brecha se está ampliando entre los que tienen y los que no tienen. Incluso sin una recesión, los hogares y las empresas están sintiendo el dolor financiero.
Aquí hay un vistazo a los sectores de la economía que están soportando la mayor parte del impacto.
Alojamiento en patrón de retención
MANDA Waits de Suwanee, Georgia, se siente afortunada de que ella y su esposo compraron su casa adosada cerca de Atlanta hace un año con un préstamo del 3 por ciento, menos de la mitad de las tasas hipotecarias actuales.
Para recortar los gastos en medio del aumento de los precios al consumidor, la pareja compró recientemente un congelador y lo abasteció con un cuarto de vaca y medio cerdo de una escuela agrícola. Pero archivaron su plan de actualizar a una casa unifamiliar por el momento.
«Nos gustaría comprar un terreno para construir, pero estas tarifas no lo hacen atractivo, por lo que estamos en un patrón de espera», dijo Waits, quien recibe beneficios por discapacidad.
Incluso en el mercado una vez al rojo vivo de Tampa, Florida, algunas personas que se presentan en una jornada de puertas abiertas ahora se consideran un buen día. «La gente solo está esperando al margen», dijo Rae Anna Conforti, agente de bienes raíces de Re/max Alliance Group.
A medida que las tasas hipotecarias alcanzaron sus niveles más altos desde 2001 este año, los agentes de bienes raíces de repente se encontraron buscando clientes nuevamente, si no perdiendo sus trabajos. Miles de empleados hipotecarios ya han sido despedidos en prestamistas como Wells Fargo & Co. y Jpmorgan Chase & Co.
Las tasas más altas, junto con un aumento en el valor de las viviendas durante la pandemia, elevaron el pago mensual de la hipoteca de una casa de precio medio a más de $2,000, en comparación con aproximadamente $1,100 justo antes de que llegara Covid-19.
«Círculo vicioso»
LA brecha cada vez mayor entre los que tienen dinero en efectivo y los que no tienen dinero en efectivo se está desarrollando en los concesionarios de automóviles de todo el país. Los primeros están pagando más por adelantado, mientras que los segundos están atrapados con préstamos para automóviles de alta tasa que los dejarán bajo el agua, o se verán obligados a conformarse con vehículos más baratos y menos confiables.
Casi uno de cada tres compradores de automóviles ahora está solicitando préstamos de seis a siete años para vehículos usados para ayudar a reducir los pagos mensuales.
Cuando los consumidores están encerrados durante tanto tiempo, el saldo pendiente excede rápidamente el valor de un automóvil usado, dijo Oren Weintraub, cuyo servicio con sede en California ayuda a los consumidores a negociar mejores precios con los concesionarios por una tarifa. Cuando compren su próximo automóvil, ese saldo se agregará al nuevo préstamo.
«Es un círculo vicioso», dijo. Matt Tambornini esperaba obtener un préstamo de automóvil para construir su historial crediticio. El joven de 22 años, que vive cerca de Knoxville, Tennessee, con sus padres, pensó que estaría en condiciones de comprar una casa cuando las tasas hipotecarias eventualmente bajaran.
Su plan fracasó cuando un concesionario de automóviles local le ofreció una tasa de préstamo del 23 por ciento y un plazo de 60 meses, un acuerdo que lo habría hecho pagar miles más de lo que quería. Compró el auto de todos modos, rápidamente se arrepintió del comprador y lo devolvió para obtener un reembolso.
Por ahora, conduce una camioneta de 15 años que compró con dinero en efectivo.
«Parece que todo es simplemente inasequible», dijo Tambornini.
Aumento de la deuda crediticia
Las tasas DE interés de las tarjetas de crédito que promediaron el 16,3 por ciento a principios de año han subido a poco más del 19 por ciento, según Bankrate.com, el nivel más alto en datos que se remontan a 1985.
Ese es un aumento masivo, especialmente para los consumidores de bajos ingresos, que pueden estar haciendo el pago mínimo y llevando un saldo durante 20 años, dijo Scott Sanborn, director ejecutivo de Lendingclub Corp.
«No creo que los consumidores hayan interiorizado completamente cuánto ha aumentado su costo de vida», dijo Sanborn.
El aumento de las APR a máximos históricos no está afectando a los consumidores de la misma manera. No hace ninguna diferencia para aquellos que pagan sus saldos mensualmente, muchos ni siquiera notan los aumentos de tarifas, pero está afectando a aquellos que se están quedando atrás.
Mike Lauretti, de 24 años, tiene alrededor de $12,000 en deudas en cuatro tarjetas, así como deudas de automóviles, estudiantes y privadas. La trabajadora social de la escuela secundaria, que vive cerca de Hartford, Connecticut, está trabajando para pagar la tarjeta con la cantidad más pequeña primero antes de pasar a la siguiente, conocida como el método de bola de nieve. También tomó un trabajo extra como entrenador del equipo de baloncesto femenino para complementar sus ingresos.
«Estoy usando el método de bola de nieve para pagar las tarjetas primero y luego eventualmente me llevará a pagar el préstamo privado», el más grande, dijo.
Los consumidores estadounidenses terminarán el año con aproximadamente $110 mil millones más en deudas de tarjetas de crédito de lo que comenzaron, lo que estaría cerca de un récord anual, según Wallethub, una firma de datos de finanzas personales en línea.
La realidad puede llegar el próximo año, cuando muchos economistas predicen que Estados Unidos entrará en recesión. La morosidad de la deuda de los hogares todavía está muy por debajo de sus niveles de finales de 2019, pero está repuntando.
