Néstor Kirchner desplazó a Eduardo Sadous de la embajada en Venezuela por denunciar la existencia de una “Aduana paralela”, en la que involucró a Claudio Uberti, el ahora “arrepentido” por las coimas de la era K. El diplomático habló ayer con Clarín:
– ¿Qué opina sobre el caso del cuaderno de las coimas?
– Era hora de que la Justicia empezara a funcionar, lo que genera una gran satisfacción. Los cuadernos dan luz a cosas que se sabían pero no había pruebas de ello. Creo que va a llegar hasta la cabeza, porque evidentemente había un jefe y una jefa. Desaparecido el jefe, quedó la jefa y no hay dudas de quién daba las órdenes.
– ¿Cómo tomó las confesiones sobre los pagos ilegales por parte de un directivo de Techint y en qué medida encaja Uberti?
– A mí me sacan de Venezuela en 2005 y la expropiación de Techint se produjo en 2008. Pero sí se que desde que llegué a Venezuela, desde 2002, hubo que hacer permanentes gestiones a favor de Sidor porque aparecían amenazas de expropiación permanentemente por parte de (Hugo) Chávez. – ¿Puede ser más explícito?
– Los sindicatos del estado de Guayana, donde estaba Sidor, le pedían a Chávez la expropiación de la empresa, que tenía capitales argentinos, mexicanos e italianos. Los tres embajadores hacíamos gestiones para disuadir y defender a la empresa. Una vez que vino Eduardo Duhalde como titular del Mercosur mantuvo un almuerzo en el Palacio de Miraflores. Esta- ban Chávez y el presidente de PDVSA, Rafael Ramirez. Duhalde también intervino para que no expropiaran Sidor. Todo esto en defensa de las empresas del país, de su país. Pero evidentemente habría que preguntarle luego a Alicia Castro embajadora de Kirchner) qué pasó.
– ¿Qué vio con las empresas que entraban en el llamado “fideicomiso”? -Ante el juez Ercolini, que tuvo la causa por enriquecimiento ilícito contra los Kirchner, uno de cuyos puntos eran los negocios con Venezuela. Las empresas negaron pagos. A mí, empresas como Servas, también me negaron haber pagado coimas. Pero creo que ante lo que está ocurriendo hoy en la Justicia se las podría llamar para ratificar o rectificar lo que dijeron. Todas repetían el libreto.
– ¿Usted puede testimoniar algún pago de coima?
– Nunca vi a nadie pagar una coima, pero los que exportaban a Venezuela eran los que hablaban del pago de coimas. Sobre todo los empresarios del sector de maquinaria agrícola que exportaban dentro del “fideoicomiso”. Además, si no pasabas por el Ministerio de Planificación, no te daban la autorización para vender dentro del “fideicomiso”. Lo manejaba PDVSA y con la autorización de Planificación, Argentina depositaba el pago por el fuel oil que se le compraba a Venezuela y este compraba bienes y servicios argentinos. El dinero del fuel oil se ponía en una empresa de PDVSA en Nueva York. Hice la denuncia y me sacaran de Caracas. Esto fue en enero de 2005.
– ¿Cómo fue eso?
– Yo informé que habían desaparecido US$ 90 millones de las cuenta de Nueva York cuando la trajeron a Caracas, los vendieron en el mercado negro y luego pusieron esa plata en el mercado oficial, donde se hicieron de una diferencia de US$ 14 millones. ■