Los pacientes llegan de noche o a plena luz del día, vivos y, a veces, muertos.
Un aumento récord de suicidios en la problemática Venezuela está desgastando a los médicos que trabajan en el hospital universitario en el estado andino de Mérida. Las personas que han intentado suicidarse llegan a un ritmo incierto que genera temor en los profesionales que las reciben.
«Vivimos entre el terror y la impotencia», dijo Ignacio Sandia, quien encabeza el departamento de psiquiatría. «Constantemente pensamos que no podemos hacer lo que deberíamos en el momento que podemos, y estamos aterrorizados de que los pacientes se suiciden y no hay nada que podamos hacer por ellos».
Los suicidios están aumentando rápidamente en esta nación que una vez fue rica, pero particularmente en la montaña de Mérida, donde están alcanzando niveles nunca vistos.
El Observatorio de Violencia de Venezuela, una organización no gubernamental, estima que la tasa de suicidios del estado fue de más de 19 por 100,000 en 2017. Solo 12 naciones tienen una tasa tan alta