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septiembre 6, 2018
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Macri aprueba un nuevo impuesto para alcanzar el déficit cero en 2019

Se les cobrará una tasa a todas las exportaciones con el fin de llegar antes de lo previsto al equilibrio fiscal; buscan detener el temblor cambiario y blindar el apoyo financiero del FMI; el gabinete se achica, sin incorporaciones

  • La Nacion
  • 4 Sep 2018
  • Pablo Fernández Blanco y Sofía Diamante
Macri, ayer, en un discurso grabado de casi 25 minutos desde la Casa Rosada

“Esta crisis no es una más, tiene que ser la última”. Después de un fin de semana de frenéticas reuniones y rumores sobre cambios en el gabinete, el presidente Mauricio Macri habló ayer desde la Casa Rosada y lanzó su mayor apuesta para recuperar la confianza de los mercados y frenar la corrida contra el peso.

Además de una drástica reducción del gabinete (pasó de 22 ministerios a 11, sin figuras nuevas), el Gobierno se comprometió a llegar al equilibrio fiscal en 2019, un año antes de lo previsto. Por ese motivo, según anticipó el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, se estableció un impuesto de suma fija de entre 3 y 4 pesos por cada dólar exportado a todos los sectores que comercian con el exterior, además de una reducción en los gastos del Estado. Dujovne y el presidente del Banco Central, Luis Caputo, viajaron anoche a Washington para iniciar negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

La aplicación del impuesto, que funciona como las retenciones, provocó críticas de parte de dirigentes del campo y de la industria, quienes señalaron que desincentivará las exportaciones.

“El golpe que recibimos es duro, creímos con excesivo optimismo que era posible ir de a poco, pero la realidad nos demostró lo contrario”

En la apuesta más importante en términos económicos que hizo la administración de Mauricio Macri para recuperar la confianza de los mercados, frenar la corrida contra el peso y sanear el frente fiscal, el Gobierno apretará al máximo el torniquete que venía aplicando sobre las cuentas públicas para llegar el año próximo al déficit cero. Eso implica una reducción drástica del rojo fiscal, previsto hasta ahora en 1,3% del producto bruto interno (PBI) para 2019.

Si se cumple la promesa que anunció ayer en conferencia de prensa el ahora designado ministro de Economía, Nicolás Dujovne, la Argentina recuperaría el equilibrio presupuestario el año próximo (resultado primario), uno antes de lo que estaba previsto, lo que generaría un ahorro de US$6000 millones, que no necesitaría financiar con los mercados. Y en 2020, siempre según la proyección oficial, se llegaría a un superávit del 1% del PBI, con un ahorro de US$5200 millones.

Antes de que hablara Dujovne, el presidente Mauricio Macri dio un discurso de casi 25 minutos en la Casa Rosada. “En estos meses se desataron todas las tormentas juntas –advirtió–, pero no por eso debemos perder las esperanzas”.

“El golpe que recibimos en estos cinco meses es duro, creímos con excesivo optimismo que era posible ir logrando las cosas de a poco, pero la realidad nos demostró que teníamos que ir más rápido”, afirmó, como anticipo de lo que anunciaría después el ministro. “Vamos a pedirles a quienes tienen más capacidades para contribuir. Me refiero a aquellos que exportan en la Argentina. Sabemos que es un impuesto malo, malísimo, pero les tengo que pedir que entiendan que es una emergencia y necesitamos de su aporte”.

Macri destacó que esa “emergencia” que atraviesa el país tiene raíces externas, pero también internas. “Otras dudas las generamos como argentinos, porque no fuimos capaces de mostrar unidad en nuestro compromiso de avanzar en las reformas estructurales”, precisó.

Más adelante, confesó con cierto dramatismo: “Quiero que sepan que estos fueron los peores cinco meses de mi vida después de mi secuestro ”. Y pidióun esfuerzo conjunto ala sociedad. “Invito una vez más a to dala dirigenciaargentina, la política, la Justicia, los gremios y la sociedad civil para avanzar hacia un equilibrio de las cuentas públicas –señaló–, y poner el traba- jo formal como eje del desarrollo”.

Para alcanzar la ambiciosa meta fiscal, el Gobierno reducirá las inversiones (achicará esa partida en 0,7 puntos del PBI), con un ahorro real en ese rubro del orden del 50%. Esta medida impactará aún más en la ya golpeada obra pública.

Algo similar ocurrirá con la eliminación de subsidios, con un recorte que representará 0,5% del producto. Eso se logrará, según el esquema de Dujovne, mediante el traspaso de parte de ese gasto a las provincias, que se harán cargo de la tarifa social eléctrica y de los subsidios que pesan en el transporte automotor. La provincia de Buenos Aires y la Ciudad serán las más perjudicadas con esta normativa, ya que la mayoría de los subsidios se concentran en esas dos jurisdicciones.

Dujovne también espera recortar 0,2% del PBI en las remuneraciones y los gastos operativos que paga el

“Quiero que sepan que estos fueron los peores cinco meses de mi vida después de mi secuestro, pero ni por un minuto dejé de hacer lo que estuvo a mi alcance para enfrentar con ustedes lo que estamos viviendo” Estado. Esa cuenta surge de un ahorro del 20% en bienes y servicios, pero también del congelamiento del ingreso de personal a la administración pública y la recomposición salarial, que no podrá superar la inflación.

En total, para reducir 2,6% del déficit del producto –que será el resultado fiscal de este año– al 0% en 2019, aumentarán los ingresos un 1,3% del PBI, principalmente a través de la aplicación de retenciones a las exportaciones del campo, la industria y los servicios. El 1,4% restante se logrará achicando el gasto público.

Con respecto a las retenciones a la exportación, se les aplicarán $4 por dólar exportado a la producción primaria (incluye manufacturas de bajo valor agregado) y a los servicios, mientras que se fijarán $3 por dólar al resto de las exportaciones. En el caso de los servicios, las retenciones comenzarán a regir a partir de enero de 2019 y tendrán que ser legisladas junto con el presupuesto en el Congreso, ya que no está la facultad delegada que existe con los bienes. El resto de las retenciones comenzarán a regir cuando salga publicada la resolución (hoy o mañana), y no será necesario, según el Gobierno, que la norma pase por el Congreso.

Por otro lado, se reducen a 18% las alícuotas para porotos de soja (del 25,5% actual) y de harinas y aceite de soja (del 23%), adelantando la reducción de 0,5% mensual que estaba en el cronograma. Pero también se les suman los $4 por dólar a las retenciones. Con el tipo de cambio actual, de $38 por dólar aproximadamente, el porcentaje que se le retendría adicional es de 10%. Por ende, en total, las retenciones a la soja subirían al 28%. En el Gobierno confirmaron que si el dólar disminuye, la alícuota igual tendrá el tope actual de 10%.

“Como establecimos una medida que es transversal a todas las exportaciones, si lo imponíamos al 25,5% iba a ser excesivamente elevada. Por eso aceleramos al día de hoy la confluencia al 18%, para que no genere una imposición excesiva para la soja”, explicó ayer Dujovne.

Asimismo, el ministro precisó que los derechos serán transitorios hasta diciembre de 2020. En Hacienda estiman que a medida que el tipo de cambio suba, en concordancia con la inflación, la alícuota de la retención disminuiría, ya que la suma fija sería relativamente menor con respecto al total. Sin embargo, esta medida podría desincentivar la liquidación de exportaciones, ya que a medida que sube el dólar, se ganan más pesos como exportador.

“Los $4 equivalen a un 10% hoy. Es una suma fija porque es una señal de que esos $4 valen cada vez menos en el tiempo. La situación es de emergencia y el Gobierno responde con una medida de emergencia. No desincentiva a que no liquiden ahora porque si hay una depreciación y esperan que se siga depreciando, el incentivo ya estaba desde antes”, respondieron en Hacienda.

En paralelo, habrá nuevas partidas para atender el gasto social y moderar los efectos de la recesión sobre los sectores poco favorecidos. Para rehacer los números, Dujovne utilizó números realistas. En Hacienda, esperan para este año una caída del PBI del 2,4% y una inflación del 42%, mientras que para 2019 estiman un crecimiento del 0%, con un aumento de los precios del 25%. Así se desprende de una presentación preliminar que se filtró a la prensa. El ministro dijo que era un documento interno con hipótesis de trabajo.

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