El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado que es «imposible» posponer la fecha de las elecciones parlamentarias en el país, como ha sugerido la UE, y ha vuelto a pedir a la entidad que mande observadores electorales para la cita. «La Unión Europea sugirió la posibilidad de postergar la fecha de las elecciones parlamentarias en Venezuela, pero es imposible porque es un mandato constitucional», dijo Maduro en un acto transmitido por VTV que recoge Europa Press. «El único que elige al poder legislativo en Venezuela es el pueblo con su voto», recalcó.
En este contexto, el mandatario señaló que «ojalá» la UE «mande una comisión» a los comicios «si quieren saber la verdad», haciendo hincapié en que el Ejecutivo del país mantiene «buena intención, buena voluntad y ganas» de entendimiento.
El Gobierno de Maduro rechazó, además, la declaración del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, promovido por la UE; y lo acusó de «conducta injerencista». «Su más reciente declaración no es más que una compilación de insólitas intromisiones, disociadas de la realidad venezolana, con el fin de imponer una agenda contraria al espíritu democrático del pueblo venezolano», dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
A su juicio, el Grupo Internacional de Contacto tiene «poca o nula utilidad» y «desde su primer encuentro (…) no ha hecho más que procurar alimentar tensiones políticas en Venezuela y exacerbar las posiciones extremistas desenfrenadas», algo que está «en línea directa con la política de agresión constante del Gobierno de Estados Unidos».
En cuanto a las elecciones, previstas para el 6 de diciembre, el Ministerio de Exteriores aseguró que «ninguno» de los países del grupo cuenta con un sistema electoral «tan robusto y seguro» como el venezolano e instó al grupo a «desistir» de sus «maniobras desesperadas».