Acusa Maduro sabotaje de EU; culpa Guaidó a corrupción
CARACAS.- La oscuridad persiste para muchos venezolanos.
El largo y extenso apagón que ha afectado a Venezuela desde el jueves y que hasta ayer continuaba en varias partes del interior del país representa la peor falla de luz en su historia, un evento que se produce cuando la nación atraviesa una crisis inédita que se refleja en todos los ámbitos.
El suceso se produjo tras un fallo en la central hidroeléctrica de Guri, ubicada en el estado de Bolívar (sur) y que abastece de energía a cerca del 70 por ciento del país.
El Gobierno de Nicolás Maduro, que anunció ayer la suspensión de las actividades escolares y laborales, había asegurado el jueves que esta falla sería solventada en unas tres horas.
Tras pasar una noche realmente a oscuras, los residentes de las zonas afectadas amanecieron en silencio, con poca afluencia de transeúntes y con todos los comercios cerrados.
Las pocas bombas de gasolina que estaban en funcionamiento se vieron colapsadas por compradores que llevaron a los funcionarios policiales a custodiarlas.
Pero la peor parte la llevaron los hospitales públicos del país, pues al menos la mitad de ellos no contaban con plantas eléctricas para atender siquiera los casos de emergencia o las unidades de cuidados intensivos.
El Gobierno de Maduro responsabilizó de este apagón al senador estadounidense Marco Rubio y a la Oposición venezolana por el suceso, que catalogó como un ataque tecnológico y un sabotaje.
Mientras tanto, el “Presidente encargado”, Juan Guaidó, se dedicó a recorrer Caracas para confirmar la situación tras horas sin servicio eléctrico.
“Se están excusando como siempre en sabotaje (pero) no existe sabotaje, es sencillamente la corrupción, la falta de mantenimiento, la falta de técnicos especializados”, dijo Guaidó a los periodistas tras presidir horas más tarde un acto en el este de Caracas en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Si bien los apagones intermitentes son habituales Venezuela, nunca habían afectado simultáneamente a tantos estados y por tanto tiempo.
“Sabemos que estamos pasando por una crisis económica bastante fuerte, pero ¿cómo es posible que estemos más de 15 horas sin luz? Esto es insólito”, expresó Desiré Rendón, vendedora de 31 años de Caracas.
Desde la puerta de su pequeño restaurante, que permanecía totalmente a oscuras, José Rodríguez, de 51 años, veía pasar a los transeúntes.
“Lo que me queda es esperar que venga la luz. Hoy será un día perdido para m”, expresó.