La migración en Chile ha aumentado en los últimos años. Esta frase se ha escuchado y leído en diversas notas periodísticas o declaraciones de autoridades. Resulta que no está alejado de la realidad, ya que el 66,7 % de los migrantes internacionales encuestado en el Censo del 2017 ingresó durante el 2010 y 2017. Los colectivos de migrantes mayoritarios a nivel nacional, son los peruanos 25,3%, colombianos 14,2%, venezolanos 11,2%, bolivianos 9,9%, argentinos 8,9% y haitianos 8,4% (INE, 2017).
Los censos son datos valiosos para la política pública, pero es solo una fotografía que se repite cada 10 años. Dado que la migración es una realidad dinámica y diversa, la OIM ha diseñado una Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM por su sigla en inglés), que aplicó la primera ronda durante julio de 2018 y actualmente ejecuta la segunda vuelta de levantamiento de información. La DTM es un sistema que releva y monitorea los desplazamientos y movimientos de personas, la metodología que aplica triangula tres herramientas: análisis de datos secundarios, entrevistas grupales con actores relevantes y encuestas en distintos puntos en terreno donde haya mayor tránsito de migrantes, zonas fronterizas, aeropuertos, terminal de buses, entre otros. Cada censista tiene una aplicación en su móvil donde completa la información, esto permite que se tengan los datos de manera inmediata.
Los venezolanos han incrementado su flujo migratorio en la región de Suramérica, según estimaciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (ONU, DAES) y otras fuentes oficiales de los Estados de 54.616 personas en el 2005 a 1.848.581 en el 2017/2018. Siendo los países principales de destino, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Argentina y Chile. En el caso de Chile, se estima que hay aproximadamente 106.000 migrantes venezolanos con un alto nivel educativo. En la aplicación de la DTM (462 encuestas), el 63% de los entrevistados son profesionales, el 81% viaja en grupo o acompañado de un familiar, el 54% ingresó por tierra al país y mayoritariamente por pasos fronterizos formales (98,7%). El desafío para el país y la Región del Maule está en aprovechar la riqueza en conocimiento, experiencia y fuerza laboral en este caso de los venezolanos que buscan mejorar sus condiciones de vida como cualquier ser humano.