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Aunque el régimen iraní es conocido por patrocinar y construir alianzas con actores estatales y no estatales chiítas, la estrategia de alianza de Teherán también se basa en asociarse con una variedad de fuerzas, cualesquiera que sean sus diferencias religiosas. Un ejemplo es la relación entre Irán y uno de sus aliados más cercanos, Venezuela. Al principio, el régimen iraní trató de lograr sus ideales revolucionarios solo, con el fundador de la República Islámica y primer líder supremo Ruhollah Jomeini abogando por que Teherán debe seguir una política de “ni Oriente ni Occidente.Pero el régimen pronto se dio cuenta de que no podría sobrevivir sin la cooperación con otros estados.
Teherán comenzó a fortalecer sus lazos con Venezuela a principios de la década de 2000, particularmente después de que Mahmoud Ahmadinejad se convirtiera en el presidente de Irán, por varias razones importantes.
Primero, Teherán se dio cuenta de que podría socavar más efectivamente a Occidente en el escenario global al asociarse con otros estados antioccidentales. El objetivo final de Irán es contrarrestar a los Estados Unidos y hundir sus objetivos de política exterior en todo el mundo mediante la explotación de actores estatales y no estatales que tienen quejas contra Washington. Venezuela comparte la misma agenda anti-Estados Unidos, con el ex presidente Hugo Chávez diciendo una vez que Irán y Venezuela “se unirían y crearían un mundo multipolar. Unidos, vamos a ayudar a derrotar al imperialismo estadounidense, y es por eso que … se preocupan en Washington cuando nos ven a los dos dándonos la mano.”
La segunda razón para la extensión de Irán a Venezuela es salir del aislamiento y proyectar que goza de legitimidad en el escenario internacional.
El establecimiento teocrático también ha sido capaz de bordear y socavar parcialmente las sanciones de Estados Unidos o la ONU a través de su alianza estratégica con Venezuela. Por ejemplo, se reveló la semana pasada que la aerolínea sancionada Mahan Air voló a la nación sudamericana varias veces solo en la última semana de abril. Según los informes, el régimen iraní entregó aditivos, piezas y técnicos de gasolina, y recibió 9 toneladas de lingotes de oro a cambio.
Irán está desesperado por obtener ingresos, ya que las sanciones de Estados Unidos, el brote de coronavirus y la caída de los precios del petróleo han diezmado su economía. De acuerdo con la firma de seguimiento e inteligencia de petroleros Kepler,
Las exportaciones de crudo de Irán cayeron a 250,000 barriles por día en febrero.
Además, Teherán ha estado utilizando a Venezuela para la cooperación militar y para avanzar en su programa nuclear. Caracas ha sido acusado de ayudar encubiertamente a Irán con la producción de las materias primas necesarias para armas nucleares, así como cohetes. En los últimos años, Irán y Venezuela han firmado varios acuerdos militares e industriales.
Irán también ha tenido éxito en aumentar su influencia en América Latina y América del Norte a través de Venezuela y Estados Unidos se ha vuelto cada vez más preocupado por la presencia de Hezbolá en la nación sudamericana. Nathan Sales, coordinador de contraterrorismo en los Estados Unidos
El Departamento de Estado, declaró en enero: «Nos preocupa que (el presidente venezolano Nicolás) Maduro haya extendido el puerto seguro a varios grupos terroristas … (incluidos los) partidarios y simpatizantes de Hezbollah.”
Las actividades de Irán en Venezuela deben ser monitoreadas de cerca, ya que el régimen está utilizando al país sudamericano para eludir las sanciones y promover sus intereses revolucionarios y parroquiales.
