dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el martes que Gran Bretaña impondría sanciones a cinco bancos y tres oligarcas en Rusia —ya sancionados por Estados Unidos— por los últimos pasos militares rusos en Ucrania.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, insistió en que, si Putin se adentra más en Ucrania, Occidente se movería al unísono. “Si Rusia decide una vez más usar la fuerza contra Ucrania, habrá sanciones aun más fuertes, incluso un precio más alto a pagar”, advirtió.
Tras el fracaso de la diplomacia, los líderes occidentales afirmaron que los movimientos de Putin en Ucrania violaban innumerables acuerdos internacionales y que había llegado el momento de actuar.
“No hay límites a lo bajo que están dispuestos a caer, no hay mentiras demasiado descaradas, no hay líneas rojas que no estén dispuestos a cruzar”, afirmó la primera ministra lituana Ingrida Simonyte al resumir el disgusto que se siente en América del Norte, Europa y las democracias fronterizas con Rusia como Japón y Corea del Sur.
Sin embargo, Putin siguió confundiendo al mundo con una estrategia que no dejaba en claro los alcances de una invasión, algo que provocaría la aplicación de las sanciones más graves.
Rusia aseguró que estaba enviando “fuerzas de paz” al este de Ucrania, pero el comisionado Borrell, enfatizó que “tropas” rusas se encontraban en territorio soberano ucraniano.
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, no se anduvo con rodeos. “Rusia ya ha invadido Ucrania. Lo hicieron en 2014, ocuparon ilegalmente Crimea y Donbás. Esta es una nueva invasión de su territorio soberano”, añadió Wallace.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró este martes en una comparecencia ante la prensa que los efectivos rusos que han sido enviados a territorio ucraniano no son “en absoluto” una misión de paz, como arguye Rusia.
“Cuando las tropas de un país entran en el territorio de otro país sin su consentimiento, no son fuerzas de paz imparciales”, dijo Guterres a las puertas del Consejo de Seguridad de la ONU.
“No son en absoluto fuerzas de paz”, insistió en clara referencia al envío de tropas rusas al territorio ucraniano separatista de Lugansk y Donetsk ordenado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Guterres también se mostró claramente en contra de la declaración de independencia de estas dos regiones ucranianas por parte de Putin, y apuntó que “esa acción unilateral está en conflicto directo con los principios de la Carta de las Naciones Unidas” y contradice la ley internacional.
“Los principios de la Carta de la ONU no son un menú a la carta. No pueden ser aplicados de manera selectiva”, señaló el máximo representante de la organización, que este lunes interrumpió un viaje previsto a la República Democrática del Congo para regresar a la sede central de Naciones Unidas en Nueva York ante la rápida escalada de tensiones en Ucrania.