El presidente estadounidense, Donald Trump, amenaza con intervenir en el Departamento de Justicia y el FBI si no “hacen su trabajo”.
Trump arremetió contra sus propias agencias y los medios de comunicación durante un largo mitin nocturno el jueves en Evansville (Indiana), destinado a mejorar las perspectivas de los republicanos en las elecciones legislativas de noviembre, en las que su partido se juega el control del Congre- so.
“Lo único que puedo decir es que nuestro Departamento de Justicia y nuestro FBI (Oficina Federal de Investigaciones) –y me refiero a) sus respectivas cúpulas, porque dentro tienen gente increíble– tienen que empezar a hacer su trabajo y a hacerlo correctamente, porque la gente está enfadada”, dijo el mandatario.
“Lo que está ocurriendo es una vergüenza y yo quería mantenerme al margen, pero en algún momento, si no se arreglan las cosas adecuadamente, porque quiero que hagan su trabajo, me involucraré. Me meteré ahí, si tengo que hacerlo. Es vergonzoso”, añadió.
Trump no dio más detalles sobre cómo se produciría esa interferencia en el Departamento de Justicia y el FBI, que históricamente han operado con independencia de la influencia política de la Casa Blanca y bajo el entendimiento de que los presidentes no deben supervisar o influir en sus investigaciones.
Pero la relación entre el manda- tario y el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions, va de mal en peor, y en la última semana han aumentado los rumores de que Trump podría estar pensando en sustituirlo, quizá después de las elecciones de noviembre.
El presidente lleva más de un año ventilando su frustración por la decisión de Sessions de apartarse de todo lo relacionado con la investigación sobre la trama rusa debido a sus propios contactos con Moscú, una medida que reduce la influencia del fiscal general sobre la pesquisa del fiscal especial Robert Mueller. Si Trump sustituyera a Sessions por un nuevo fiscal general, este podría tomar las riendas de la investigación de Mueller y mermarla o incluso despedir al fiscal especial.
Pero cuando habló de su posible intervención en la Justicia, Trump parecía tener en mente el otro tema que más le irrita en lo relacionado con el Departamento que dirige Sessions: su supuesta reticencia a investigar y castigar a los enemigos políticos del presidente.