El Sol de Toluca26 Feb 2020
Estados Unidos dijo en 1823: “América para los americanos”. Quien fuera presidente en aquel momento, James Monroe, la pronunció bajo las circunstancias de dicha época donde cualquier intervención europea en la zona de influencia de Estados Unidos (EU) la tomaría como una agresión directa hacia dicho país. Esto derivado del colonialismo que varias naciones europeas habían realizado en diferentes países del continente americano. A esto se le conoce como Doctrina Monroe.
Sin embargo, actualmente esto no ha cambiado. EU sigue creyendo que, desde México hasta Chile, sus gobiernos deben actuar en función de sus intereses geopolíticos. Con la diplomacia coercitiva de su actual mandatorio, es difícil que los países sean aliados de EU por las “buenas”. Cada país también tiene sus propios intereses y si llega Rusia o China con capital para invertir, dichos países se dejan ayudar por quien sea ya que el modelo del poder estadounidense a través del Banco Mundial se está agotando mucho más rápido de lo que su gobierno se ha percatado. Hoy, la forma en que EU sigue teniendo injerencia, violenta la soberanía de los países. Y tal es el caso de Venezuela.
Intereses geoeconómicos
El oro negro que tiene Venezuela es lo que a EU en realidad le importa. No es el pueblo venezolano lo que lo motiva al querer derrocar a Maduro, sino su interés geoeconómico radica en la cantidad de petróleo que dicho país posee y le exporta. Por un lado quiere estrangular en términos económicos a Venezuela a través de una serie sin fin de sanciones a empresas que hacen negocios allí; pero por otro lado no deja de comprarle petróleo. De aquí que la semana pasada se fuera directo en contra de la empresa rusa Rosneft ya que su filial en Venezuela, Rosneft Trading, realiza operaciones como intermediario
para colocar el crudo venezolano mercados internacionales.
Petróleos de Venezuela le entregó en garantía a Rosneft el 49.9% de Citgo Petroleum a cambio de un préstamo por 1,500 MDD por lo que vemos a EU temeroso de la influencia rusa en el continente americano. Por lo que pudiera decirse que la presencia de Rosneft en Venezuela choca con los intereses geoeconómicos de EU. Reflexiones finales
He venido diciendo en reiteradas ocasiones que lo que estamos viviendo es una segunda guerra fría. Por un lado EU pretende imponer su política exterior como eje de la política internacional, con un mandatario que cree que aún seguimos viviendo en la época de hace dos siglos atrás. Por otro lado, Rusia con acciones claras en cuanto a su política exterior como lo que sucedió en Crimea en el 2014 y China con su política tecnológica y su política comercial para lograr ser el gran gigante a nivel mundial en términos comerciales, tienen gran poder en las relaciones internacionales. Y hay países en medio -como la Unión Europea y México- que deben moverse sigilosamente para hacer un balance en su relación tanto con EU como con Rusia y China.
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