Vivió en Sudáfrica, en Venezuela y en México. Las crisis económicas y los vaivenes políticos son parte de su formación. Gabriel López es fanático del golf y, desde chico, supo que quería, al igual que su padre, desarrollarse en el mundo automotriz. Hoy es el presidente de Ford Grupo Sur y asegura que para liderar lo más importantes es «saber escuchar. Hay que oír más de lo que hablamos» dijo durante el encuentro de CEO Profile en La Rural.
Fue en un campo de golf en Sudáfrica donde recibió la propuesta que le cambió la vida y, por supuesto, su carrera profesional. «Recibí una llamada en donde me proponían el puesto de CEO de Ford en Venezuela. Yo me había preparado para tener una posición de liderazgo y, cuando recibí la llamada, sin pensarlo, dije que sí. Pero cuando terminó el partido y me puse a pensar en Venezuela, me acordé de Chávez y pensé que quizás había sido un error. Pero fue de las posiciones de las cuales más aprendí», contó sobre su primera gran experiencia como líder de región.
López se desempeñó en ese puesto entre 2007 y 2010. «Era muy diferente a la situación de hoy. Tenía bastantes cosas peculiares, pero muchas cosas en común con el resto de Sudamérica. Tenían dinero barato, un tipo de cambio súper-valuado, el gobierno favorecía las importaciones por sobre la producción doméstica, aún en cuanto había dólares suficiente para financiar esas exportaciones. Una relación con el mundo sindical bastante compleja», describió su paso por Venezuela.
Sin dudas, esa experiencia fue la que más lo marcó en su carrera. «Una de las cosas que aprendí de Venezuela fue el mundo de la tesorería y de la administración de los recursos monetarios. En Venezuela lo básico era tratar de cobrarle al Gobierno y poder convertir los bolívares que se devaluaban todos los días en moneda dura para así pagar las importaciones de materiales para seguir produciendo», contó.
Crisis
«Me enseñó a dirigir en época de crisis. En Venezuela la crisis era diaria, me levantaba a la mañana y había que pensar que va a pasar hoy. Todos los días ocurría algo inesperado para lo que no estábamos preparados. Me enseñó a como mantener la motivación del equipo, para que cuando lleguen a sus puestos de trabajo tengan la habilidad de sobreponerse a las dificultades que en todo momento estallan». Algo que hoy le permite moverse con más rapidez y cintura a la hora de sortear la turbulencia económica actual. «No se puede ser paciente para tomar decisiones. Por ejemplo en esta crisis reciente hay que tomar decisiones de manera inmediata, hay que trabajar con la producción y con la cadena logística para bajar los envíos e inventarios y tratar de acomodar a la compañía a la nueva situación. Hablamos de caídas de volumen desde mayo pero hacia adelante van a caer más sobretodo cuando los precios nuevos lleguen a la calle. Es necesario usar el conocimiento colectivo del equipo el conocimiento y el aprendizaje de otras crisis. Tratar de tomar la mejor decisión de la manera más rápida», sostuvo el ejecutivo.
Ser líder
«Yo trabajo de manera abierta y transparente con el equipo. Las decisiones las tomamos juntos y buscamos soluciones que nos satisfagan a todos. El líder tiene que tener la última palabra, pero trato de que el equipo sea el generador
de la solución y de esta manera todos abracen el esfuerzo que hay que realizar para poder llegar ahí».
Es cierto que hoy las compañías cambiaron y se hicieron más cercanas al personal. «Cuando comencé a trabajar, ver al presidente de la compañía era una situación extraordinaria, solamente los veía en algún evento corporativa. Ahora hoy recibo en mi oficina para discutir temas de trabajo a los niveles más bajo de la organización y me aseguro que todos tengan la voz y la oportunidad de presentarse»
La pasión es parte de la marca Ford. «Hay que tener pasión por lo que haces, en Ford la pasión por el producto es algo que todos llevamos adentro aún los millennials. El auto no es solamente un medio de transporte, somos los productores más grandes del planeta, nosotros decimos que la pick up tiene caja de carga para poder transportar los sueños, no es solamente una herramienta de trabajo y en el campo la chata forma parte de la familia».
Culturas
Trabajar en distintos países hace que la cultura juegue un papel fundamental a la hora de armar equipos de trabajo. «Para unirlas es importante escuchar mucho, mucho más de lo que hables, ser paciente. Cuando vamos al exterior creemos que cuando llegamos a este nuevo país los usos y las costumbre son los mismos. Yo me choqué con esa barrera cuando fui a Brasil y me sirvió de aprendizaje cuando volví a salir de la Argentina, en 2006, hacia Sudáfrica». Además, aconsejó: «Hay que invertir en el inicio una buena cantidad de tiempo en aprender y en entender como la gente piensa, como toma decisiones, cuáles son sus prioridades, cuáles son las cosas más importantes para ellos tanto en el mundo privado como en el laboral, cual es el proceso para resolver el conflicto. Eso me sirvió para la transición tanto de Sudáfrica, de Venezuela y me ayudó mucho más en México».
Metas
El principal desafío para López es trabajar en una empresa con mayor inclusión. «Quiero que nos aseguremos de tener una mezcla más balanceada, el mundo de los autos ha sido un mundo de hombres y eso hay que cambiarlo, una mezcla mejor significa mejores decisiones. Ese es un tema en el que tengo que trabajar y es una de mis prioridades», explicó. Además, les aconsejó a los jóvenes ingenieros que «no se tiene que quedar solo con la ingeniería, tenemos formación amplia pero nos faltan cosas claves, hay que hacer maestría en negocios, hay que ocuparse de los recursos humanos, el mundo de las finanzas y el lado económico de la empresa. Eso es crítico para ser exitoso. Tiene que ser un lector incansable, hay que leer mucho, todas las publicaciones desde el lado financiero hasta del mundo automotriz, es la forma de mantenernos actualizados», concluyó. Las proyecciones del mundo automotriz La turbulencia del dólar, golpeó de lleno a la industria automotriz. «Nosotros, estamos pensando llegar a una producción de entre 85.000 y 90.000 unidades, depende de lo que ocurra en Brasil, vemos una recuperación de la industria, ellos acaban de sufrir una devaluación -no como la nuestra- pero que seguramente afecte en la demanda hacia adelante. Habrá que seguir ajustando la producción», explicó López. «Creo que el mercado automotriz en la segunda mitad va a estar volviendo al ritmo de 700.000 unidades anualizadas. Pero ese no fue en nivel de junio y julio por eso vemos una caída hacia adelante que es cuando los precios actuales llegan a la calle. La primera mitad de este año fue muy buena con un ritmo de 1 millón de unidades anualizadas».