La República Bolivariana de Venezuela expresó su desacuerdo con el gobierno estadounidense, esta vez, porque la administración del presidente Donald Trump extendió por un año más una orden ejecutiva implementada por Barack Obama, expresidente de Estados Unidos.
El Decreto Obama, que entró en vigor en marzo de 2015, sentencia que Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad estadounidense. Asimismo, el documento estableció sanciones contra siete funcionarios públicos, acusándolos de violar derechos humanos y cometer actos de corrupción.
A través de un comunicado, la cancillería venezolana mencionó que para la mayoría de los países del mundo resulta inconcebible que la primera potencia militar del planeta –que no desaprovecha la menor oportunidad para violar el derecho internacional y que sistemáticamente hace uso de la fuerza en beneficio de sus propios intereses– pretenda calificar a Venezuela como una amenaza.
El texto agregó que resulta paradójico que después de amenazar reiteradamente al pueblo venezolano con una intervención militar, el gobierno estadounidense pretenda hacer creer que se siente amenazado por el país petrolero.
“El Gobierno Bolivariano de Venezuela denuncia la peligrosa hipocresía del gobierno supremacista de Donald Trump y pide a la comunidad internacional rechazar este nuevo intento de encubrir las acciones ilegales de Estados Unidos para propiciar el derrocamiento del gobierno legítimo y constitucional de nuestro país, con el único fin de tomar el control de las riquezas naturales de éste”, se lee en el oficio.
Sin embargo, el gobierno venezolano sostuvo que a pesar de todo, aún busca una relación estable con la administración estadounidense, afirmando que tanto el régimen chavista encabezado por Nicolás Maduro como la potencia de América del Norte aún pueden trabajar en conjunto, pero sin perder de vista el objetivo de frenar la “arremetida imperialista” de Washington contra el pueblo bolivariano.
En el gobierno de Venezuela denunciamos la peligrosa hipocresía de la administración supremacista de Donald Trump”
Cancillería Venezolana