Ese país no solamente está viviendo una aguda crisis económica, política y social, sino que ahora debe aguantar la falta de electricidad y otros servicios elementales. Ante esto, Juan Guaidó ha pedido el ‘estado de emergencia’.
El líder opositor Juan Guaidó anunció ayer que pedirá al Parlamento declarar “estado de alarma” en Venezuela por el apagón que mantiene colapsado al país desde el jueves, a fin de solicitar ayuda internacional; y aseguró que Alemania y Japón están dispuestos a apoyar.
“Mañana hemos convocado sesión de emergencia extraordinaria de urgencia del Parlamento Nacional para tomar acciones inmediatas con respecto a la ayuda humanitaria necesaria”, dijo Guaidó, jefe del Congreso de mayoría opositora, en rueda de prensa.
Guaidó, reconocido por 50 países como presidente interino, aseguró que también convocará “acciones de calle” para presionar la salida de Nicolás Maduro, a cuyo gobierno responsabiliza del monumental corte de electricidad que empezó el jueves a las 16:50.
‘Apagón no ha causado muertes’
Por otra parte, el Gobierno de Nicolás Maduro desmintió que el apagón haya causado muertes en los hospitales públicos.
“Vemos con asombro cómo a través de redes sociales se está hablando de una cantidad de muertos, lo que es absolutamente falso. Esta información tendenciosa busca angustiar a la población”, dijo el ministro de Salud, Carlos Alvarado, a través de la televisora gubernamental.
Señaló que tras inspeccionar todos los hospitales públicos se pudo establecer que 90% de las plantas eléctricas están operativas desde hace dos días.
“Esto permitió garantizar la vida a varios cientos de pacientes que se encontraban en áreas críticas Hubo 15 o 17 pacientes que se trasladaron a otros centros por una falla, pero sin ninguna consecuencia grave”, aseguró.
Por segunda vez en menos de seis meses, un Boeing 737 MAX 8 se estrelló minutos después del despegue terminando con la vida de todos los pasajeros que iban a bordo, lo que genera nuevos cuestionamientos sobre la seguridad de un modelo que es crucial para los planes futuros del gigante aeronáutico estadounidense.
Ayer fallecieron 157 pasajeros tripulantes de un 737 MAX operado por Ethiopian Airlines. Fue el mismo modelo que se estrelló en Indonesia en octubre, cobrándose la vida de las 189 personas.
La nave volaba desde Adís Abeba hacia Nairobi y se estrelló la mañana de ayer poco después de despegar.
Solo los datos de vuelo y la conversación de la cabina de mando que están en las dos cajas negras de la aeronave podrían proporcionar evidencia tangible de lo que pudo haber causado el último accidente: problemas técnicos, error del piloto o una combinación de factores.
“El piloto mencionó que tenía dificultades y que quería regresar. Se le dio permiso para dar la vuelta”, dijo el director ejecutivo de Ethiopian Airlines, Tewolde GebreMariam, a periodistas en Adís Abeba.