Estados Unidos considera “irresponsable” descartar una intervención militar en Venezuela para propiciar la salida del poder de Nicolás Maduro, dijo ayer un alto funcionario del gobierno de Donald Trump, tildando de “dictador” al mandatario. “Sería irresponsable que el gobierno de Estados Unidos descartara el uso de las fuerzas militares”, dijo el funcionario durante una audioconferencia con periodistas bajo condición de anonimato.
La fuente se pronunció desde Bogotá, adonde viajó el lunes junto al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, para participar en una reunión del Grupo de Lima sobre la situación en Venezuela, sacudida desde hace un mes por la pugna por el poder entre Maduro y el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por Estados Unidos y medio centenar de países. La cita del bloque regional, creado en 2017 por una docena de naciones latinoamericanas y Canadá para buscar una salida pacífica a la crisis venezolana, concluyó con una declaración que excluye la opción militar. “Respetamos obviamente la postura del Grupo de Lima y son importantes aliados nuestros, particularmente en la vía diplomática”, dijo el alto funcionario estadounidense. “Pero Estados Unidos no es miembro del Grupo de Lima, somos observadores. Y en cuestiones del uso de fuerza militar eso es netamente una decisión del presidente y del gobierno de Estados Unidos. Son dos cosas separadas”, añadió.
En la ONU
Estados Unidos anunció ayer que pedirá en la ONU el ingreso de ayuda humanitaria extranjera en Venezuela, al aumentar su apuesta diplomática para forzar la caída del gobierno “corrupto” e “incompetente” de Nicolás Maduro.
“Mientras los venezolanos eran baleados y golpeados y asesinados cuando intentaban ingresar alimentos y medicinas a su país, Maduro literalmente bailaba en Caracas”, dijo el representante estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams, en una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por Washington.
Sin evocar la posibilidad de una opción militar, informó que EEUU piensa someter a votación esta semana en el Consejo un proyecto de resolución que exige “admitir la ayuda humanitaria en Venezuela”, aunque posiblemente sea vetado por Rusia y China, que apoyan a Maduro.
Las re soluciones del Consejo, que son vinculantes, deben obtener nueve votos para ser aprobadas y ningún veto de los cinco miembros permanentes (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y EEUU).
Maduro denuncia que la ayuda humanitaria representa el inicio de una intervención armada para derrocarlo, “pero está muy claro: sólo el régimen de Maduro está usando la violencia” contra los venezolanos, afirmó Abrams. El canciller venezolano, Jorge Arreaza, dijo que lo que ocurrió el fin de semana fue “un golpe de Estado bien orquestado” por EEUU y Colombia ,“todo un espectáculo, un show” para culpar a Maduro si había un baño de sangre.