El presidente brasileño Jair Bolsonaro dijo recientemente estar abierto a albergar una base militar de Estados Unidos para contrarrestar la influencia de Rusia en la región, en respuesta a que en diciembre, Rusia y Venezuela efectuaron una misión conjunta de adiestramiento en suelo venezolano que fue criticada por el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo.
“La cuestión física puede ser hasta simbólica. Hoy en día, el poderío de las Fuerzas Armadas norteamericanas, chinas y rusas alcanza el mundo entero, independientemente de la base”, indicó Pompeo, y aseguró que, de hecho, Estados Unidos tiene intereses de esa naturaleza en “varios países sudamericanos”.
Esto responde a la preocupación en los últimos meses por parte de Estados Unidos ante la creciente influencia en el hemisferio sur de países como Rusia y China.
Wilder Alejandro Sánchez, analista de seguridad y geopolítica, asegura que “Rusia y China están intentando expandir su influencia en América Latina y el Caribe; en el caso de Moscú, está intentando obtener de nuevo la presencia que tenía en estas regiones durante la época de la Unión Soviética”.
En esa misma línea, Iván Witker, analista político y periodista, doctor en Relaciones Internacionales, profesor de la Universidad Central de Chile e investigador de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, sostiene que “todos están tanteando el terreno a ver cómo se mueve América Latina en este nuevo contexto que hay ahora”.
Base militar en Brasil
Los americanos le pidieron al presidente Bolsonaro tener una mayor presencia en la zona del norte de Brasil, pero por el momento dijo que podría discutir el tema “en un futuro”, lo mismo que declaró en su momento el presidente argentino Mauricio Macri cuando le pidieron, entre 2015 y 2016, instalar en el mediano plazo tres bases americanas en el país: dos en el sur y una en el norte, en Misiones, según sostiene Witker.
Desde el punto de vista histórico, esto no es ninguna novedad: las fuerzas militares de Estados Unidos y Brasil mantuvieron la colaboración de 1941 a 1945, asociación que incluyó una base aérea cerca de Natal.
El entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt, describió a Natal (el punto más próximo del continente americano a África), como el “trampolín hacia la victoria” en la Segunda Guerra Mundial, porque permitía el envío de suministros a las fuerzas aliadas en África. Durante parte de la guerra, la localidad costera brasileña contaba con uno de los aeropuertos de mayor tránsito en el mundo.
El poderío militar de un país se define por la cantidad de personal militar que puede desplazar por el resto del mundo; en ese sentido, el interés de despliegue en América Latina por parte de superpotencias como Rusia y China responde a querer transmitir un mensaje a EU, “de que tener un alfil puesto en la cercanía siempre es bueno, porque efectivamente, en La Orchilla podrían instalarse, pero dudo que lo vayan a hacer”, sentencia Witker.
Base militar en Venezuela
Medios rusos señalaron recientemente que ocuparían una base aérea en una isla de La Orchila como parte de una incursión militar a largo plazo en Venezuela.
“En el caso de Rusia, se conocen muy bien las exorbitantes ventas de armas a Venezuela durante la época del ex presidente Hugo Chávez, la venta de tanques y blindados a Nicaragua, la venta de helicópteros a Perú”.
“Además. Rusia ya envió una pequeña flota naval a Venezuela en el 2009, la primera vez que esto ocurre desde el final de la Guerra Fría. El gobierno nicaragüense, por su lado, aceptó que tropas rusas entren regularmente al país para llevar a cabo actividades de entrenamiento con las Fuerzas Armadas de Nicaragua”, evalúa Sánchez.
El paradigma chino en la Patagonia argentina
En los últimos años, China ha mostrado un mayor interés por Latinoamérica. “El gigante asiático está intentando vender armamento a América Latina sin mucho éxito, pero han habido donaciones de equipo “no letal”, como vehículos a Argentina y las Bahamas. Además, China está intentado establecer y cimentar relaciones amigables entre las Fuerzas Armadas de su país con la de países de Latinoamérica y el Caribe”, declara el también colaborador del Cimsec (Centro para la Seguridad Marítima Internacional), Alejandro Sánchez.
A China le interesa tener acceso a materias primas y participar en grandes obras de infraestructuras, y en ese sentido tuvieron un avance muy importante en Neuquén, en la localidad Bajada del Agrio, Argentina, donde se instaló una base de investigación espacial china.
Muchos diarios americanos están preocupados por la cualidad militar que tiene para los chinos: “la base solitaria es uno de los símbolos más impactantes de la estrategia que Beijing lleva implementando desde hace tiempo para transformar América Latina”, dice el diario The New York Times.
“Para los chinos es una base estrictamente militar, porque el proyecto espacial chino es militar, no civil. Se trata de una base de Observación del Espacio Lejano, pero está construida y provisionada por el Ejército Popular de Liberación, es todo personal militar el que está ahí, y esa base no está bajo supervisión de nadie, ni siquiera del gobierno argentino”, señala Witker.
El mayor cuestionamiento y la alarma que enciende el Times es respecto al presunto espionaje chino que se hace desde la Patagonia.
La creciente influencia china no sólo se evidencia sobre Argentina, sino sobre otras naciones de la región, en las que ha invertido en obra pública o a las que ha concedido préstamos a cambio de participaciones en reservas de hidrocarburos, señala Witker.
“Instalar una base militar es carísimo, un país tiene que pensar bien para qué la quiere, obviamente que los chinos y los rusos cuidan más sus fondos y no van a andar desperdiciando tantos recursos, por lo tanto yo creo que ni Rusia, ni China, ni Estados Unidos vayan a instalar más bases en América Latina, distinto es que busquen alguna manera de tener cierto despliegue militar”, concluye Witker.
Asimismo, Sánchez sostiene que “tanto China como Rusia, quieren expandir su presencia en Latinoamérica y el Caribe vía temas de seguridad y defensa, eso no significa que alguno de estos países vaya a establecer bases militares con tanques, aviones y sofisticados sistemas de armas. Más bien están intentando expandir su influencia vía venta de armas y entrenamientos con las fuerzas de defensa de nuestra región”.
“Instalar una base militar es carísimo, obviamente que los chinos y los rusos cuidan sus fondos y no van a andar desperdiciando recursos” Iván Witker , analista político “Rusia y China están intentando expandir su influencia en América Latina y el Caribe; Moscú está intentando obtener de nuevo la presencia que tenía durante la época de la URSS” Wilder Alejandro Sánchez, analista de seguridad y geopolítica